Si yo me comportara como los abogados de las redes





Por: Johanna Carolina Bula 

El doble rasero con el que se evalúa a mujeres y hombres no se limita a la vida cotidiana, se extiende a la parte social, profesional y la forma en que se muestra en redes sociales.

Siendo Instagram una plataforma versátil, que a veces sirve su doble propósito de promocionar los servicios profesionales como también para mostrar un poco la vida personal, permitiéndole a los seguidores, formarse una imagen completa.

Sin embargo y pues no hablo de todos, porque no conozco a todos los abogados del mundo, si tengo a varios colegas en mis redes sociales y tienen un par de cosas en común, que, si uno como abogada las hace, inmediatamente caería descalificada y con más de un mal comentario a cuestas.

El abogado puede mostrarse seguro de lo que sabe, sin que a esto se interprete como algo diferente a compartir sus conocimientos; usted como abogada, haga lo mismo y de arrogante no la bajan

El abogado puede hablar de temas ajenos a su profesión y ser visto como un experto que vale la pena escuchar; como abogada, ni hablando de la profesión propia, se es ajena a los cuestionamientos por parte de personas sin las calidades, ni las competencias para hacerlo.

El abogado muestra emprendimientos y pasatiempos que adquieren el carácter elevado de una mente creativa y un prodigio para los negocios; como abogada, cualquier otra actividad que uno muestre disfrutar, es tomada como una distracción al ejercicio de la profesión y la muestra indiscutible que te debiste dedicar a otra cosa.

El abogado se fotografía de rumba, consumiendo su trago favorito, con copa en mano y es tomado como algo merecido, después de tanto trabajo y esfuerzo; Como abogada, las situaciones de ocio, de rumba solo son aceptables en ambientes formales como celebraciones socialmente aceptadas y no te atrevas siquiera a posar con una copa, que si te dicen irresponsable es lo más agradable que podrían decir.

El abogado se posiciona como el padre que sienta las bases de la crianza de los hijos, por un par de fotos llevándolos al colegio y que seguramente ni sabe que llevan en el maletín o cómo se llame la profesora; como abogada, la maternidad te resta credibilidad, una mujer que decide ser madre, “pierde puntos” a los ojos de empleadores y/o clientes, por aquello de que no es secreto que en la mayoría de las ocasiones donde se presenten retos, los sacrificios los va a tener que hacer ella.

 

El abogado puede decir que no sabe de otras ramas del derecho, diferentes a las de su especialidad y casi que se le reverencia, pues el mensaje es tan claro como las aguas del rio Bogotá, me dedico a lo mío; como abogada pocas son las ocasiones en las que te perdonen no saber sobre aquello que te pregunten, no importa si es de un área distinta, porque ante cualquier “no sé” de tu parte es como si en las cabezas de los demás se reprodujera en altavoces un “no tengo ni la más remota idea de nada relacionada al derecho”.

El abogado puede mostrarse en el gimnasio, exhibir sus resultados en sus brazos y abdomen y nadie hablará de que ha llegado a donde está por su cuerpo; puede tomarse una foto saliendo de la peluquería y nadie dirá que tiene algo por su linda cara; como abogada cualquiera de las anteriores…. Bueno, ya saben lo que pensarán y dirán.

Es así, como una sociedad con poco criterio, le resta espacios a las mujeres que ejercemos el derecho o cualquier profesión; nos limitan a nuestra carrera, sin permitirnos mostrar que somos un conjunto de saberes, habilidades, pasatiempos, creencias… y un largo etcétera.

Y como toca hacer la aclaración por la excesiva sensibilidad de algunas personas, evidentemente no son todos, lo que he aprendido de los grandes (los verdaderamente grandes en el derecho) sean hombres o mujeres, es que no necesitan hacer sentir a nadie pequeño.

La profesión nos reta en cada aspecto, en el desarrollo constante, en la mejora que no puede limitarse a la de adquirir conocimientos, sino a ser una buena persona, o como le dicen ahora, ser la mejor versión de uno mismo.

Porque el derecho lo construyen las mentes de las personas y no es mejor si lo ejercen hombres o mujeres, ni se debe tener, ni esperar un estándar diferente para cada uno.

 

 

 

EL IMPERIO DE LAS MALAS PERSONAS

 



Por: Johanna Carolina Bula 

  1. Introducción
  2. ¿Qué es ser una mala persona?
  3. Características de las malas personas
  4. La tríada oscura de la personalidad: maquiavelismo, narcisismo y psicopatía
  5. ¿Cómo afecta esto en el ámbito laboral?
  6. Conclusión

  

INTRODUCCIÓN:

En estos tiempos de que a todos los comportamientos queremos encontrarle un diagnóstico, en un afán desenfrenado de obtener respuestas fundamentadas a lo que nos parece inconcebible, nos encontramos con que la mayoría de las personas malas no lo son por padecer de algún tipo de trastorno (y que quienes lo padecen, no lo son adrede, ni deben ser estigmatizadas), sino que lo son porque así lo escogen; las podemos identificar porque son aquellos individuos que actúan para hacer el mal de manera consciente, sistemática y sin remordimientos.

En un mundo sensato, las malas personas no tendrían cabida, porque contradicen todos los discursos sociales y entorpecen la construcción de entornos sanos. Sin embargo, sabemos que los discursos rara vez son intenciones reales, son más bien la recopilación de cosas que queremos escuchar.

Como no vivimos bajo la ética, tampoco tenemos a la sensatez como bandera, nuestra realidad es más bien, que vivimos en el imperio de las malas personas, porque son mayoría.

Una mayoría compuesta, no por personas que a veces actúan mal, en esa categoría entramos casi todos, porque debemos reconocer que nuestra naturaleza humana, nos hace cometer errores cuyas consecuencias resultan en un daño que no fue intencional y porque tampoco somos un dechado de virtudes celestiales y pues erramos, nada que hacer, salvo pedir disculpas, intentar enmendar el daño causado y seguir adelante con la lección aprendida, pues tampoco vamos a vivir con la culpa a cuestas y en penitencia eterna.

El imperio de las malas personas agrupa seres cuya actitud ante la vida es de rencor y cuyas intenciones van encaminadas a generar sufrimiento; que dividen con sus discursos impregnados de maldad y de los cuales hacen gala con actitudes sociales deslumbrantes, pero una luz que encandila y fastidia, pues no iluminan cálidamente los espacios, sino que generan sofoco y asfixia.

Las luces que desprenden las malas personas son dañinas, son centradas en sí mismas, para engrandecer rasgos propios a expensas de las virtudes de quienes le rodean, porque para las malas personas no hay en la misma habitación (real o imaginaria) alguien más grande que ellos.

 Su forma de actuar puede ser diversa, así como la forma en la que se conducen, empero lo que los motiva suele ser lo mismo, actuar como superiores al resto.

Hay muchos tipos de malas personas y hacer un retrato fiel de todas ellas es misión imposible. No obstante, las malas personas a menudo se sienten superiores a los demás y por eso no les importa hacer daño o faltar al respecto. Si tú eres humano y asumes que el resto de la gente es menos que tú, entonces llegas a la conclusión de que son infrahumanos y que no tienen por qué tener tus mismos derechos. De ahí que no les importe ser hirientes, mentirosos, ni manipuladores. (Safont, 2023)

Y en una intención de desentrañar este imperio de las malas personas, describirlo y evitar que los buenos caigan en las trampas, me atrevo a garabatear estas líneas

  1. ¿Qué es ser una mala persona?

“Ser humano es sentirse empujado en diferentes direcciones y maravillarse – a veces con horror – ante nuestra incapacidad para controlar por completo nuestras propias acciones.”  (Jaidt, 2019). 

Serlo implica que las intenciones de las acciones estén acompañadas de un querer causar  daño. Que sea repetitivo el comportamiento, porque como mencionamos al inicio de este escrito, nadie está exento de cometer errores, tampoco de que nuestras acciones en algún momento causen daños a terceros, pero estas situaciones esporádicas, que no forman parte de la normalidad de nuestro actuar, no nos convierten en malas personas.

Las malas personas han escogido serlo y se sienten orgullosos de lo que logran a expensas de las personas de quienes se rodean. Lo son porque carecen de valores, de códigos morales y desprecian a todo aquel que no sea el, a todo aquel que no le rinda pleitesía.

Hay diversos tipos de malas personas, pero hay un rasgo distintivo en todas ellas, carecen de ética.

 

  1. Características de las malas personas 
  • No es de extrañar que estas personas sean mentiras y altamente cobardes; su poca estima hacia los demás los hace considerar a casi todos como indignos y a ejercer malos tratos.
  • Son personas con el autoestima baja, por ello inventan y exageran sus logros, en un intento de posicionarse en lugares a los que por mérito real y propio, jamás llegarían.
  • Ante los demás, se desciben dotados de una inteligencia excepcional, desconociendo los aportes de quienes se encuentren a su alrededor.
  • Conocen mucha gente, pero no gozan de aprecio sincero, porque no lo otorgan tampoco
  • Consideran a las personas escalones y/o cosas que pueden ayudarlos a lograr sus objetivos, situación que tampoco los hace buenos compañeros de trabajo
  • Son personas conflictivas, que aman el caos y el chisme, por lo cual es fundamental que en ambientes laborales quede constancia por escrito de los trámites, pues son capaces de tergiversar y culpar a los demás de sus errores y faltas.
  • Se muestran como mentores o maestros, dando clases de moral, en un despliegue de incoherencia pues sus dichos y sus hechos rara vez coindicen.
  • Saben mostrarse amables cuando se ven descubiertos en sus mentiras o cuando desean obtener algo en particular de los demás
  • Ante una situación difícil a nivel personal, de salud, económica de los demás, suelen hacerla más difícil, con comentarios tendientes a herir y con solicitudes centradas en sí mismo
  • Goza de ser el centro de atención y se molesta fácilmente si no lo es; circunstancia que los lleva a utilizar cualquier herramienta a su disposición.
  • Le gusta hacerse esperar, pues es una forma de decirle a los demás que atenderlos a tiempo es un honor que nadie merece
  • Entorpece y rechaza iniciativas, proyectos, cambios que no provengan de el mismo, sin tener en cuenta los beneficios, pues nadie más que él, está capacitado para hacer algo bueno.
  • Nula empatía y sentido de pertenencia
  1. La tríada oscura de la personalidad: maquiavelismo, narcisismo y psicopatía. Él constructo fue creado por los investigadores Delroy L. Paulhus y Kevin M. Williams en el 2002. Aunque el término empezó a utilizarse desde los noventa.

La tríada oscura es una configuración de la personalidad formada por tres rasgos: Maquiavelismo, Narcisismo y Psicopatía. Se trata de un patrón conductual no patológico (subclínico) y quienes los presentan no tienen porqué estar enfermas o ser delincuentes.  (Bellón, 2021). Es necesario aclarar que, tampoco  es un trastorno de la personalidad.

Las personas con estas características tienden a ser insensibles y manipuladoras, dispuestas a hacer o decir prácticamente cualquier cosa para obtener lo que quieren. Tienen una perspectiva inflada de sí mismas y suelen ser desvergonzadas con su autopromoción. Estos individuos tienen probabilidades de ser impulsivos y podrían participar en comportamientos peligrosos, en algunos casos incluso cometen crímenes, sin considerar siquiera la manera en la que sus acciones afectan a otros. (Psychology Today, s.f.)

 

3.1 . Maquiavelismo: El maquiavelismo no es un diagnóstico de salud mental; más bien, es un rasgo de personalidad que describe a un individuo manipulador que engaña y embauca a otros para lograr sus metas. Está basado en la filosofía política del escritor del siglo XVI Nicolás Maquiavelo. (Psychology Today, s.f.). Las personas que tienen este comportamiento muy marcado se caracterizan por tener actitudes cínicas y adoptar estrategias cuyo único fin es beneficiar sus propios intereses.

3.2 .  Narcisismo: Las personas narcisistas tienden a centrarse en sí mismas, a fantasear con un poder ilimitado y a necesitar la admiración de los demás.   Tienen una necesidad alta de poder y admiración. Pueden llegar a desarrollar aparentes habilidades sociales, pero su fin no es entablar amistades, sino generar alianzas que los ayuden a conseguir sus metas. Las características nos indican que realmente son personas con muy baja autoestima.

3.3 . Psicopatía:  Este rasgo convierte a la persona en alguien manipulador, poco confiable y desinteresado por los sentimientos de otras personas. (BBC News Mundo, 2019), que ene ste caso puntual no hace alusión a un trastorno piscologico, sino que se refiere a un tipo de personalidad, en el cual les resulta fácil, desconocer los códigos letales, éticos, morales y sociales; suelen carecer de remordimiento y de sentido ético-moral.

Esta estructura describe rasgos que suelen tener las llamadas “malas personas”, lo que nos da herramientas para identificarlas, sin llegar a obsesionarnos con que si se reconocen en alguien más esto signifique inmediata e irremediablemente ante alguien carente de empatía y que sea un malvado sin remedio.

Así como tampoco son los test que circulan en la internet, que son herramientas, pero que deben ser examinados por profesionales que puedan hacer una evaluación completa.

También nos permite afirmar que no todas las personas malas, lo son por algún diagnóstico clínico, que en muchas ocasiones lo son por sus rasgos de personalidad y porque han escogido serlo.

 

  1. ¿Cómo afecta esto en el ámbito laboral?

 

"Las malas personas no pueden ser profesionales excelentes. Los mejores son siempre excelentes, comprometidos y éticos"

                                                                                     Howard Gardner

En general, según Sergio Edú, las personalidades “oscuras” generan y/o propician mal ambiente de trabajo, tensiones, conflictos, acoso, abuso de poder, violencia psicológica, y pueden incluso llegar a arruinar a las organizaciones en las que trabajan, pues su único objetivo es el beneficio propio.

Estas personalidades representan verdaderos problemas para el mundo de los negocios y su presencia debe ser tomada en cuenta por los empleadores y los equipos de RRHH, especialmente para posiciones de poder, práctica que todavía no es habitual que se realice. (Bellón, 2021)

 Que no deben tomarse a la ligera los comentarios de los compañeros de trabajo que señalan estos comportamientos, ni caer en los juegos de manipulación en los cuales se victimizan cuando son puestos al descubierto.

Las malas personas mienten, hacen trampa, culpan a todos de sus errores, difunden rumores y son un mal elemento en los equipos de trabajo; sin mencionar que son pésimas parejas.

  

CONCLUSIÓN:

 El narcisismo, la falta de respeto por los pensamientos e ideas ajenas, el uso o la manipulación de los medios para lograr un beneficio personal, podrían ser más que simples coincidencias…son los rasgos distintivos de las malas personas.

 Depende de nuestro grado de ética y de nosotros mismos, escoger la clase de persona que queremos ser y en consecuencia escogemos el tipo de aporte que hacemos al entorno y la sociedad. Como también de nosotros depende ser parte del silencio cómplice de las malas personas o ser quienes identifiquemos estas conductas y alcemos la voz en contra.

Siempre ha dependido de nosotros mismos, no perpetuar, ni engrandecer el imperio de las malas personas.

Bibliografía

BBC News Mundo. (2019). Qué es la "tríada oscura" de la personalidad (y por qué algunos psicólogos consideran que el sadismo debería sumarse a ella). Obtenido de BBC News Mundo: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48015897

Bellón, A. (2021). UEMC Business School . Obtenido de https://www.escueladenegociosydireccion.com/revista/business/rr-hh/la-triada-oscura-de-la-personalidad/#:~:text=La%20tr%C3%ADada%20oscura%20es%20una,estar%20enfermas%20o%20ser%20delincuentes.

Jaidt, J. (2019). La mente de los justos . Barcelona: Editorial Planeta S.A .

Psychology Today. (s.f.). Tríada oscura. Obtenido de https://www.psychologytoday.com/co/fundamentos/triada-oscura#:~:text=El%20t%C3%A9rmino%20%22Tr%C3%ADada%20Oscura%22%20se,Williams%20en%20el%202002.

Safont, N. (2023). Existen las malas personas y estos son sus rasgos y características. Obtenido de https://www.hola.com/estar-bien/20221007218665/malas-personas-caracteristicas/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


El principito

Por: Johanna Carolina Bula 

Érase una vez en un país muy muy muy lejano, tan lejano que diera la impresión de ser todos los lugares al mismo tiempo, había un principito que no tenía ni reino, ni riqueza, que carecía de autoridad y eso lo usaba como justificación para tratar mal a todos a su alrededor.

Es tan tosco y brusco que su sola presencia logra incomodar.

Este principito tan peculiar y común, existe en todos los micro mundos y aunque su cara, profesión, posición cambie, puedes identificarlo porque más que un ser es una forma de ser. De ese tipo de forma de ser que no merecen ser ejemplo, a menos claro está, que sea ese ejemplo que no se debe seguir.

El principito grita para ser escuchado, porque carece de acciones que hablen por él;

Recurre a infundir terror, porque sus habilidades sociales y personales no han sido áreas en las que haya querido trabajar y porque pareciera gozar ser despreciado.

 

El principito se roba el crédito por el trabajo de los demás, porque no es más que un charlatán con el único talento de “parecer ser”, pero que no es nadie.

El principito desconoce a propósito el buen trato, porque se considera el único merecedor de la consideración ajena

El principito reina sobre un reino sin súbditos y ejerce un falso dominio sobre territorios que no le pertenecen; con ínfulas de rey soberano, el principito dicta y manda lo que nadie obedece.

 El principito cree que está por encima de todo y todos, haciendo gala de un egocentrismo con el cual intenta disimular su baja autoestima y sus inexistentes capacidades y virtudes; situación que lo conduce a minimizar a los demás, porque es la única manera que tiene de sentirse grande. Una grandeza que es imaginaria, pero que le da una especie de retorcido consuelo.

 El principito es un solitario que se rodea de mucha gente, que ni tan en el fondo, más bien muy evidentemente lo desprecian, porque saben que no merecen recibir los tratos que este ofrece y tampoco merecen ser menospreciados en sus aportes, capacidades y talentos.

 El principito no es nadie, solo es para el mismo; ejerciendo su falso dominio, ostentando un falso poder, el principito es tantas personas al mismo tiempo con singularidades y el mismo a pesar de tener tantas caras.

El principito da lecciones de vida, que no ha vivido y que tampoco pone en práctica; cree saberlo todo y se siente con el derecho de juzgar desde un pedestal de humo, porque virtudes no tiene.

 Es el mal ejemplo en todo, pero llega a lugares que le permiten afirmarse en su verdad, esa que solo existe para él y que dicho sea de paso es terriblemente desastrosa.

 Y como todo lo que empieza con un “érase una vez” debe tener un fin, así como los principitos y sus infames historias, su fin abarca lo que con tanto empeño sembraron: ser el recuerdo incomodo y arrastrar el lastre de haber sido una mala persona.

 

Fin

A la mierda sus canciones de Arjona y sus frases bobaliconas





Por: Johanna Carolina Bula


A la mierda sus canciones de Arjona y sus frases bobaliconas. 

Hoy no es día para celebrar, porque nuestros derechos siguen estando a merced de una sociedad machista y fanática.  Porque nos matan y violentan por salirnos de la norma y de su ideal de mujer virtuosa y sumisa. Porque las labores de cuidado siguen sin ser remuneradas y se nos ve como las cuidadoras por naturaleza.

Es un día para seguir luchando por igualdad de oportunidades, salarios competitivos y que no nos toque organizar las celebraciones de las empresas

Porque toca seguir luchando porque no nos maten, no nos violen, no nos maltraten y que no nos culpen si lo hacen.

Porque todavía nos educan con libros escritos por hombres en los cuales se nos retrata desde la mirada masculina y que no tienen que ver mucho con quienes somos.

Porque se nos sigue tratando de asistentes y de musas de los hombres, y no como creadoras, inventoras, científicas de igual valor.

Porque somos aun las brujas que llevan a la perdición a la sociedad, cuando decidimos por fuera de los mandatos patriarcales.

Porque somos aun las putas, por disfrutar de nuestros cuerpos y de nuestra sexualidad como nos da la gana.

Es un día para seguir luchando por tener las mismas consideraciones que tienen nuestros hermanos varones y que nuestras voces tengan el mismo peso que los hombres en nuestras familias.

Porque todavía somos las que cocinamos en las ocasiones especiales, mientras los hombres se han atribuido los espacios de gozo, descanso y disfrute.

Porque todavía tenemos que ser flacas para ser bellas y de la caída de nuestras tetas se hacen chistes de mal gusto, mientras que de la caída de los huevos nadie habla.

Porque después de los 35 se nos ve como viejas obsoletas y a ellos como hombres que la edad los ha hecho más interesantes.

Porque aun ante igual comportamiento, la percepción es distinta, por el hecho de ser mujer

Porque nos quitaron el derecho a la rabia, a la ambición y lo hicieron propio de los hombres.

Porque es un día para continuar en pie de lucha por nuestro derecho a decidir si ser madres o parir, y que este no peligre con cada macho religioso que llega al poder y que nos considera estúpidas e incapaces de decidir.

Porque nuestros cuerpos siguen cargando el peso del honor de las familias, en una manipulación histórica de la que la sociedad no quiere desprenderse

Porque todavía se nos dice que la decencia es guardar silencio, no imponerse, no ocupar espacio, ser menos para no opacar al hombre que tengas a tu lado, porque no les enseñaron a ellos que lo que somos depende de lo que cultivemos y no de que la mujer se anule o disminuya para sentirse grande

Porque aún le venden la idea a las mujeres jóvenes, que están incompletas sin un hombre y que la felicidad está en construir una familia, para que no aspiremos a otras cosas.

Porque las religiones, sus líderes y sus adeptos siguen en su misión de lavar cerebros con ideas arcaicas que violentan y desconocen los derechos de las mujeres

Porque todavía en las iglesias, nos dicen que oremos para que el marido maltratador cambie y que si no ha cambiado es porque no has orado con suficiente fe. Porque son cómplices del maltrato, ya que ellos son maltratadores también.

Es día para seguir luchando por la libertad de ser lo que nos dé la gana de ser, de tener el reconocimiento de nuestros derechos y no seguir siendo seres humanos de segunda categoría de un mundo que ha sido parido por mujeres y que se sostiene en la explotación que por medio de los estereotipos asociados a nuestro genero se hace.

MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO


Comparto el vídeo de esta conferencia, te invito a verlo y compartirlo 


https://youtu.be/Baqm75cqx0M?si=rBF71kbT6722RakC


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Asesorías jurídicas especializadas en violencia de género.

J.carolinabula@gmail.com 

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La navidad que AIRE-E y la politiquería nos robó

 


Érase una vez una ciudad alegre, conocida por su carnaval, sus personajes internacionalmente famosos, por su comida sabrosa y variada; por ser un importante centro de abastecimiento de políticos con vidas de reyes.

En esa ciudad cualquier cosa era posible, impuestos que se roban impunemente los mismos de siempre y las nuevas caras que llegan a hacer lo mismo, movidos por la envidia de la “buena vida” de los atornillados, pero jamás por brindar un servicio en beneficio de la comunidad, bueno…en nombre y beneficio de la comunidad de amigos personales y familiares, para esos, si suelen hacer bastante.

La alegría de la que se caracteriza y de la que se ufana con gran orgullo, es la resignación del imbécil, que ante los atropellos se vuelve cómplice con el silencio que compran las estrellas del junior, sus nuevas contrataciones, los monumentos a cualquier cosa y por su supuesto las fiestas. Porque si hay quienes saben de fiestas, son los habitantes de esta ciudad.

fiesta con lo ajeno, fiesta con esa espantosa ideología “que el vivo, vive del bobo" creyendo que los comportamientos contrarios a la ley y la falta de ética son cosas de las que se sentirse orgulloso y que el bobo es el que respeta lo que se requiere para mantener una sana convivencia. Eso se traduce en mayor inseguridad, porque les metieron la idea de que si alguien tiene más, eso les da el derecho de arrebatárselo y llevarse consigo la vida de esa persona; se creyeron con derecho absoluto a los beneficios, sin hacer ningún tipo de esfuerzo y a lo que llega a la puerta de la casa y que el esfuerzo está en hacer la fila para cobrarlo; Se llenan de niñas y niños que no quieren, pero que mantienen con su llegada y presencia mas “ingresos” y así se perpetua la pobreza que en este sitio como en el mundo entero se recrudece para las mujeres.

Y hablando de mujeres, hasta hace poco y de forma oficial se referían a nosotras como un producto que podía ser mercantilizado y que era al lado de su fiesta insigne, cosas que podían resultar de interés a nacionales y extranjeros.

A estas personas, les roban con cada periodo político un poco de lo que les cuesta tanto conseguir, todo sube de precio, a todo le gravan impuesto y entre todo lo que le quitan, también se llevaron la navidad, no un grinch con el corazón pequeño, sino varios avaros con ganas de cuentas bancarias más grandes.

Solo es salir a las calles y rememorar las luces y la imaginación en las decoraciones navideñas; las casas en  estos últimos diciembre, lucen casi que igual al resto del año, porque hay un mal que acecha la navidad y que se la ha llevado y reservado solo para unos pocos y para espacios interiores.

No había que ir a los barrios de la gente adinerada, cada casa en los barrios populares era un derroche de luces que alegraba hasta al más amargado, contagiándolo si no era de espíritu navideño, por lo menos le proporcionaba la sensación de estar transitando una época diferente del año.

Las luces no son solo un elemento decorativo, son ilusión para niños y adultos, son un respiro al finalizar el año calendario en el que reevaluamos que de alguna manera nos mantuvimos en pie; época en la que se recuerda a los seres queridos que partieron de una manera diferente, porque si bien se extrañan siempre por igual, las luces daban un alivio, mantenían la esperanza de un reencuentro en un lugar donde todo duele menos.

Las empresas de electricidad, con sus incrementos y sus impuestos, se fueron llevando la magia que las luces y los decorados daban a los habitantes de esa ciudad, como si de un plan macabro para mantener a sus habitantes en la tristeza se tratara. Porque hasta la fiesta anual que es patrimonio de la humanidad está siendo reservada para el disfrute de quienes puedan costear altas entradas a los eventos y de cualquiera que venga de afuera, haciendo para los habitantes naturales que esos días sean unos de caos de movilidad y restricciones, pero no de disfrute.

A este sitio se lo tomó la oscuridad de seres con los mismos apellidos, como si de una novela se tratara; y de unos empresarios de la energía que no están pensando sino en ellos; los políticos nacionales hacen de las suyas, y devuelven con odio lo que esta tierra les representa, porque a los del interior del país, les enseñaron que costa y costeños son una especie de producto defectuoso, con personas que ellos ubican en categorías inferiores y que a propósito representan caricaturizados como lo peor de lo peor, porque ni aun con la campaña de desprestigio, ni los atropellos logran evitar que de estas tierras nazca tanto talento y se conserven ilusiones de una ciudad y un país mejor.

Nuestra naturaleza es susceptible a los eventos, a los estímulos, a los discursos, sin embargo o siendo consientes de esto nos han robado la luz y pagando esos recibos absurdos nos roban mensualmente a los usuarios.

Air-e y los políticos desde hace años nos fueron quitando de a poco, para que el efecto de la rana en el agua hervida nos adormeciera y nos hiciera olvidar la maravillosa experiencia de salir y ver las casas iluminadas y decoradas.

Era un plan salir en familia a ver el alumbrado de los barrios, un espacio familiar, una tradición decembrina, que entre los altos costos del servicio de energía y el aumento desenfrenado de la gasolina, nos quitaron.

En esta ciudad hay miles de males y de malos, que sostienen su reinado del terror en el silencio resignado de los buenos, que se sienten incapaces de combatir tanta maldad.

Nos han quitado tanto y seguirán en eso, alimentando odios y diferencias, destruyendo lo que aporte felicidad e incrementando las situaciones que generan desesperanza, para que sintamos que debemos agradecer cualquier limosna, como lo son que trabajen y que no se roben los impuestos

Nos robaron ya las luces de navidad y todo lo que estas representaban: familias enteras planeando la decoración y trabajando juntos para conseguirla. Familias que disfrutaban de observarlas y niños maravillados con la magia de la navidad.

Cada vez hay menos magia, cada año la oscuridad se toma los espacios que dejó pendiente el año anterior. Cada año vamos más jodidos y con menos ganas de luchar contra lo injusto.

Que en nuestras memorias quede que Air-e no lo hizo solo, que contó que con los políticos y su avaricia. Que en nosotros no se extinga el recuerdo de lo que era ver nuestra ciudad resplandeciente y de todas las sensaciones maravillosas que verla así nos aportaba.

Se nos robaron la magia de las luces de la navidad y con ella un poco de nuestra tradición.

Minimizar la conducta, no hace que esta desaparezca

 


 

Por: Johanna Carolina Bula


Hay situaciones que las familias por comodidad niegan, que minimizan intentando que esa especie de pacto de silencio haga que desaparezcan, algo así como que, si no se menciona, no existe.

Y ocurre todo lo contrario, porque de la intención al resultado sucede todo, menos lo que se espera, pareciera ser algo que la lógica indicaría, pero la lógica no es algo que se deba estar esperando y mucho menos bajo la cual se actúe.

Los hombres maltratadores suelen estar apoyados por sus familias, sean un par de miembros, uno que ejerce dominación o por todos, por eso rara vez estos van a sentir que lo son, pues todo su discurso y lo que hacen no es ajeno, ni extraño a las concepciones bajo las cuales se educó y las que creció observando.

Es más, puede que, en una total inversión de valores, los antivalores pasan a ser la norma del grupo familiar y de los que el maltratador se ampara para continuar ejerciendo todo tipo de violencia.

Las madres tienen un rol importante en la crianza de los hijos, pues en esa concepción terrible y tergiversada de la maternidad, se les pide socialmente a las mujeres madres que perdonen a sus hijos todas las cosas que hacen y de paso las oculten al resto. Sin embargo, esta máxima llevada al extremo es la que hace que se defienda lo indefendible y que se acolite a través de la minimización las conductas de maltrato, intimidación y violencia que sus hijos varones ejercen sobre las mujeres.

Estos hijos dorados de mamá, suelen tener características casi que de manual y suelen comportarse de maneras muy similares con las mujeres de su entorno, dentro de las características que podemos encontrar en estos hombres son:

1.    baja autoestima

2.    regular o nulo control de impulsos

3.    actitudes violentas

4.    malos tratos recurrentes

5.    no toman decisiones sin consultarlas con la mamá

6.    considerar putas a todas las mujeres

7.    negar que su conducta sea violenta

entre otras, que pueden estar o no presentes.

Su forma de comportarse también puede ser muy similar, pues su forma de referirse a las mujeres es con desprecio, no siendo extraño que las llamen “putas” , “perras” , “brutas” y las traten como si fueran inferiores. Una inferioridad que se inventan los maltratadores, porque son conscientes que estas mujeres son mucho más de lo que él podría aspirar.

Estos hombres desacreditan los logros de las mujeres con las que están, pues los atribuyen a la suerte o a que se acostaron con alguien, porque estos celopatas siempre van a imaginarse que su pareja se acuesta con alguien más; catalogan cada interacción social o profesional como un coqueteo, pues para ellos la mujer es una presa fácil de cualquiera y es una ingenua que “no ve las intenciones de los demás”. Intenciones que evidentemente están es en la cabeza del maltratador y de la que se excusa para seguir maltratando.

Suelen burlarse de las aspiraciones de las mujeres, porque en caso de seguir logrando cosas, ellos se van quedando atrás y no hay algo que deteste más un maltratador que una mujer capaz de lograr, lo que él no se atreve ni a empezar.

Los maltratadores suelen inventarse cargos, títulos y experiencias que no tienen con tal de ser vistos como exitosos y miembros importantes de la sociedad, se inscriben en actividades con connotación social alta en las que sus aportes pasan desapercibidos, o en las que aprovechan para hacer gala de su personalidad arribista, pero que cuando se es hombre, se toma como sinónimo de asertividad y ambición.

 

Y su círculo cercano puede notarlo e incluso tenerlo claro, pero la influencia y el papel que juegan ciertos padres, en especial las madres, que saben que su hijo es un maltratador, puede llegar a considerarse de complicidad, pues estas van a apropiarse de discursos violentos y revictimizadores, en los cuales las mujeres en la vida del hijo son las culpables de su comportamiento, sí, para estas madres, las mujeres son esas brujas, seductoras poderosas, capaces de hacer que su hijo haga cosas que no haría, y el cuento se va a repetir con cada una de estas mujeres, que al mismo tiempo tampoco llenan el sinfín de requisitos absurdos de lo que ellas quieren para sus hijos.

Porque al mismo tiempo que ninguna mujer es lo suficientemente buena, pretenden para el hijo maltratador, una que haga desaparecer en su hijo todo lo malo. O todo o nada, o la puta o la redentora son los arquetipos que los maltratadores y sus madres alcahuetas ven en las mujeres, y hago la aclaración, no todo maltratador tiene madre alcahueta, pero los que la tienen, suelen seguir un mismo patrón.

Los culpables para el maltratador y su madre cómplice son los demás, aquellos que denuncian y que alzan la voz en contra de sus comportamientos y acciones, los culpables son los amigos que rompen el pacto patriarcal y les hacen ver que no están actuando bien, son los que socialmente sancionan con la exclusión y los familiares que se atreven a decir lo que no está bien.

Una madre, un padre, una persona que busque culpables por fuera del maltratador, es una persona incapaz de reconocer que quien ejerce violencia lo hace motivado en su carácter y su poca formación emocional y sexo afectiva

No se le hace un favor ni un bien a un maltratador, ocultar y respaldar sus actos en excusas flojas, como que lo hizo motivado por algo, porque es seguir manteniendo el discurso que las mujeres son cosas y brujas manipuladoras.

Hay núcleos familiares enfermos, contaminados de machismo y misoginia, en los que se alaba al guache, al maltratador, al violento, en el que si pega es porque fue provocado, pero jamás porque este tenga cero control de impulsos y dominio sobre sí mismo, siempre, siempre, todo es culpa de alguien más, en especial de las mujeres que son víctimas.

Familias enteras que creen que las mujeres son cosas, son brujas, son putas, que perpetúan el odio y excusan el maltrato “porque algo tuvo que haber hecho”, porque odiar a las mujeres es parte de su cultura y proteger al maltratador un mecanismo de defensa social que, si se expone, pondría en evidencia un defectuoso sistema familiar y las apariencias pesan más que la intención real de corregir y denunciar.

Porque ante los actos de los maltratadores la sociedad, las familias, las instituciones esperan de las mujeres silencio y que en nombre del amor romántico aguanten lo que venga, con tal de no quedarse solas y retener a alguien

Porque aun nuestro amor está atado a lo que seamos capaces de soportar, porque en algún momento ese cretino va a cambiar o la vejez no le va a dar para seguir en las mismas.

Porque ese hombre maltratador es víctima de las mujeres que lo llevan a cometer actos que normalmente ellos no cometerían, porque se inventan cada excusa para no reconocer que en esa familia existe lo que tendrán que rechazar. Y uno no pide que rechacen al hijo, se pide rechazo a su conducta, se pide rechazo a su proceder, se pide que asuma su responsabilidad e irresponsabilidad

Los hombres maltratadores son hijos sanos del patriarcado, son hombres que no valoran a las mujeres, que las ven como cosas o seres humanos de segunda categoría, las familias que acolitan estas conductas y sobreprotegen al maltratador ideando excusas, incluso uniéndose al ataque de diversas formas de las mujeres víctimas, como por ejemplo hablar mal de la mujer para que esta sea mal vista ante los ojos de los demás; decir que ellas son las culpables de sus celos, porque algo hicieron; defender lo indefendible a capa y espada y seguir en la intimidad alentando estas conductas…porque al no encontrar reproche, sino apoyo, se perpetua y se vuelve costumbre. El maltrato hecho hecho costumbre, la violencia hecha ley.

Y así viven todas sus relaciones interpersonales con el sexo opuesto, con prejuicios, con dinámicas de demostraciones de poder a través de la humillación y el maltrato, con chismes sobre la calidad de persona de las mujeres, con el pensamiento inamovible que la única santa es la madre (y a veces ni eso) y todas las demás mujeres son putas.

Los maltratadores carecen de empatía, suelen ser maestros superficiales del engaño y con una inteligencia social y emocional muy limitada. Son seres peligrosos, porque al no poder ser más, buscan hacer menos a los demás, y sus víctimas favoritas son las mujeres.

Porque negar la violencia que un miembro de tu familia ejerce, no es mantener la unidad familiar, estos comportamientos se dan con las mujeres de su familia…es decir, esa unidad no existe, ya está fraccionada, es ser cómplice de violencia sobre otra persona.

Si bien, no siempre estamos en la posición de hacer entrar en razón a un maltratador, tampoco estamos obligados a hacer las veces de público silencioso, por temor a sus represalias y las de quienes lo protegen. Hay que alzar la voz, hay que seguir insistiendo en que lo que está mal, está mal y que los violentos no siempre están afuera, a veces están dentro de la misma casa.

No hay amor de madre que se cuestione, si no se aprueban las conductas violentas de los hijos; pero sí es cuestionable el silencio y el apoyo a través de inventar excusas a hijos que no están actuando de acuerdo al deber ser.

Tener madre, hermanas, tías no ha evitado que un hombre maltrate y tampoco evita que sea machista, así que dejemos de usar esa opinión para hacerle frente a las acusaciones de maltrato.

No hay porqué perpetuar esquemas de pensamiento retrógrados, ni hacerse los de la vista gorda con los maltratadores al interior de la familia, porque si hay algo que no merece nadie es ser víctima de ningún tipo de violencia, mucho menos por razón de ser mujer, en un mundo que odia a las mujeres y sistemas familiares que acolitan maltratadores.

Porque por más que ese maltratador se crea invencible, solo basta una denuncia para que todas las demás empiecen a llegar, porque en algún momento las excusas se acaban y culpar a las mujeres victimas no te hace muy diferente del maltratador.


Nos merecemos familias sanas, entornos seguros y menos gente dispuesta a alcahuetear maltratadores.


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