Reconciliándome con la idea de ser una enorme decepción

Es una vaina fregada intentar encajar en un molde que de entrada te dijeron que no cabías, he hecho dietas de doble moral, he modificado estilo de vida, he intentado en vano cerrar el pico, sonreír más, mientras por dentro siento como el alma se prepara para lo que posiblemente podría ser un tsunami emocional, y eso es lo que en mi se manifiesta como episodios de migraña crónicos que me llevan a la clínica. 
Dada mi reciente crisis, he decidido reconciliarme con la idea de ser una enorme decepción y dado a que mis más recientes reflexiones me han llevado a la conclusión de que nadie nunca ha pensado en mi, sin poner sus intereses primero, pues, porque no habría yo de pensar en mi primero…
 La dieta de moral no me sirve, no puedo llenarme de perjuicios por más que se me recomiende para llevar una vida familiar saludable. 
Definitivamente alguien debe cargar la cruz de ser la oveja negra de la familia y a mi siempre me ha favorecido, agradezcamos a la colorimetría el favor.

El principito

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