De las cosas que me toca escuchar y a las que he ido aprendiendo a ser inmune.


De las cosas que me toca escuchar y a las que he ido aprendiendo a ser inmune.



Así como por variar, al parecer soy toda esa vaina que nadie quiere y como complemento, no tengo ni la mínima intención de renunciar a mí, para andar complaciendo a nadie.

Prueba de ello, es que preferí con el corazón arrugado mandar a la mierda una relación, puesto que para continuar con él, debía renunciar a mí, simplemente no estaba interesada. Y no fue fácil, se siente horrible hasta el extremo de que hasta el cuerpo duele.

Cuando alguien sea quien sea, te pide renunciar a ti, aparentar, fingir ser una mosca muerta, o la virgen conversa, que niegues que apoyas a la comunidad lgbti (apoyo el amor en todas sus manifestaciones y podrá infartarse el que quiera pero también apoyo que adopten)  que aparentes tener una religión, que seas todo eso que no eres; no te quiere… necesita que seas la fachada de eso que puede amar y a la larga, por más que hagas, por más que renuncies nunca va a ser suficiente.

Dentro de todo lo que odiosamente he oído, más no he tenido ni el mínimo sentimiento de culpa, es que se me acusa de “mis fotos en redes sociales, no son de una mujer decente”… resulta que ser mamá en esta sociedad es negarte el derecho de lucir como te de la regalada gana, no sé qué problema psicológico o religioso tienen las personas que creen que una foto define quién eres o la cantidad de sexo que tienes (tristemente me parece que es hasta inversamente proporcional).

Resulta que mi blog es ofensivo, porque como literalmente me dijeron: los hombres no toman en serio a las mujeres que piensan o escriben así, porque necesito aparentar ser una idiota, ser bruta, pensar diferente.

No sé en qué les afecta que no me interesa juzgar a nadie, que respeto lo que cada quien hace sin meterme y sin opinar (porque no me corresponde); porque no defiendo ni la castidad, ni el libertinaje impuesto, porque defiendo que cada quien sea y haga lo que le venga en gana.

Yo si tengo claro hace rato que el papel de la mosca muerta vende, pero no me da la gana de jugar a eso; tampoco me da la gana de salir con nadie a la ligera, ni de meterme con cualquiera, pero de ahí a que el desocupe de la gente llegue a juzgar… consigan una vida!!!!! En serio que hay que estar en un nivel de aburrimiento crónico ni el hijueputa para andar pendiente de lo que uno publica para armar show o escándalo o en su defecto que sigan las cuentas de uno, para enviarle todo lo que uno pone a alguien más…

Para rematar la vaina, me mandaron a mudarme a Europa, porque “las feministas como yo, se quedan solas” “porque toca aparentar para levantarse a alguien” “porque la vida sentimental de una mujer divorciada que es madre, no debería existir” … este nivel de atraso de pensamiento no es ni siquiera aceptable en pleno 2.016, créanme que el universo haya decidido que debía nacer en el país del “sagrado corazón” donde la mayoría preferirían que gobernara la Biblia y no la constitución, es la prueba más grande de que en mi vida pasada asesine a mil bebes unicornios y con sus cuernos me hice accesorios.

¿En serio los hombres quieren una mosca muerta, que aparente ser  lo que no es? Por eso es que no les duran ni los noviazgos, porque las fachadas no se mantienen, se caen.

No hay premisa más falsa que uno no llega a conocer a nadie, el problema es que no somos capaces de mostrarnos de verdad y así como que bien jodido que los demás nos conozcan.

Vivimos fingiendo gustos, aficiones, modelos de vida que no son nuestros, no nos atrevemos ni a pensar diferente, repetimos una y mil veces la historia familiar.

Además quién dijo que yo quiero ser la esposa abnegada que hornea galletas, a mí me gusta trabajar; me gusta hablar con propiedad y si eso espanta a alguien, qué les hace creer que un tipo de persona así me sirve?

Podré ser muy cariñosa, muy romántica y hasta cursi, podrá gustarme la cocina, me encanta el maquillaje y los zapatos, amo los libros, el tarot y la astrología.

No tengo religión, no me interesan los dogmas y mucho menos esos discursos de odio disfrazados de falsa moralidad.

Creo entonces que mi destino es quedarme sola, porque según he escuchado toda la vida, yo tengo cualidades raras en una mujer… es tan mierda el comentario, porque lo único que traduce es que si de haber nacido hombre las tuviera, sería lo máximo.

Nivel de incoherencia y de doble moral… que no soy capaz de calcular

El fino arte de cerrar el pico


El fino arte de cerrar el pico



Considero de suma importancia, escribir sobre un tema que me perturba, en realidad, ¡me aterra!

Y es ver como las personas van por la vida, pretendiendo hacer las veces de psicólogo de todo el mundo, creen tener la verdad absoluta sobre todas las cosas y no sé a ciencia cierta ¿dónde carajo, obtuvieron un máster en expertos de la felicidad ajena?.

¿Se han puesto, un minuto a pensar que todo lo que dan como consejos son sólo opiniones de lo que piensan que está bien, de lo que creen que es felicidad, de lo que sienten ellos con respecto a...?.Es muy divertido jugar a ser Dios, dando opiniones sin tener que vivir las consecuencias de las mismas.

Supongo que sentirse superiores “al emproblemado” , les aumenta el ego, los hace sentir moralmente superiores y para mí , esa es la peor enfermedad del siglo XXI; tanto versículo de la Biblia acomodado, tanto cursito, tanta imagen de autoayuda, no los convierte automáticamente en seres superiores, ni les ilumina la conciencia, mucho menos les purifica el alma… se las deja ahí, por si acaso no lo sabían o por si deliberadamente lo ignoran, dejen de estar metiendo las narices en la vida ajena, no opine a menos que le pregunten y no se siente con pierna cruzada y tono esperanzador a juzgar la vida de nadie, ni la de sus hijos!.

Mucho menos hable con la boca llena de argumentos, sobre situaciones que no conoce… si a usted no le han echado el cuento (la o las personas involucradas) no crea en versiones de terceros.

Y Virgen de la agarradera, no pretenda por un momento ¡saber que es lo mejor para alguien!... revise su propia vida y sus diarias decisiones antes de argumentar sílaba, y verá que prestar la oreja para que alguien se desahogue es más que suficiente.

Piense que la felicidad, el amor, la amistad, la vida, el éxito, son construcciones personales, que cada quien escoge sus caminos. No haga a alguien más miserable de lo que ya es, parece en serio, que les gustara ver a la gente seguir esos consejos que ustedes dan, pero que rara vez pondrían en practica.

Deje la doble moral a un lado, con tranquilidad, que hasta ahora nadie se ha muerto por eso, muy por el contrario se quita un peso bien verraco de encima.

Y si es de las personas que practica una religión en particular y tiene a varias personas que creen ciegamente en su criterio, agarre más juicio, piense dos y tres veces, no vaya a ser que este llevando a sus ovejas derechito a los barrancos; empecemos a practicar el arte de escuchar sin juzgar, de mirar las situaciones ajenas como procesos de aprendizaje, a preguntar directamente las vainas y no de andar sacando conjeturas por comentarios de otros.

Porque la envidia, es muy fregada; el chisme es el deporte mundial por excelencia y la doble moral la enfermedad que más muertes espirituales cobra.

No querrá usted llevar en sus espaldas la muerte en vida de nadie, menos si es un ser querido por la imposibilidad personal de no conocer el fino arte de “cerrar el pico”. Pues llegan momentos en los que todos hemos sentido que los demás deben sustentar sus decisiones y no, no deben y no tienen por qué…son suyas, no nuestras, o acaso usted va a vivir las consecuencias.

No de consejos, de instrucciones; no juzgue, no joda y si puede no opine. (con respecto a la vida ajena, si no se lo piden)

Me estoy separando


"Me estoy separando"
-snif-snif-

 VEA Vee! Severendo embuste, les digo que tengo una fascinación personal por este tipo de individuos, que se creen protagonista de culebrón Mexicano.

Su discurso, carente de huevos y de sentido, como ellos mismos, implica una alta dosis de machismo (ese que inculca que el hombre puede después de casado seguir viviendo de puertas para afuera vida de soltero, después que cumpla con sus obligaciones y llegue a dormir a la casa), sáquenme del error pero ¿es que acaso se les reduce el tamaño del miembro, si no lo andan metiendo en cuanto orificio se encuentra disponible? ¿ o es que se les acortan los años de vida si no está permanentemente “a la cacería”?.

Mientras la ciencia me saca de la duda, voy a seguir describiendo a esta clase peligrosa de individuo, desde todos los sentidos, pues no sólo se caracteriza por un ego enorme, sus componentes son psicológicos, afectivos, sexuales, y mil condiciones más.

Hay que ser muy mierda para intentar conquistar a una mujer, negando a otra (con lo que le encanta a las mujeres , la sensación de saberse triunfadoras sobre otras) no sólo no tienen en cuenta este detalle, también, se exponen al ridículo (quizá en una época, donde la tecnología no era su primer elemento en contra, sino que era su mayor aliada, pues sólo era posible localizarlos al teléfono fijo, si entraba la llamada, si había uno en casa, de lo contrario, hasta que el individuo apareciera en casa de la esposa con cualquier excusa floja, que por resignada costumbre se tragaban completa ).  Hoy día es tan fácil averiguar la situación sentimental de cualquiera, su estado civil, con quienes se relaciona, que su argumento demora más en ser pronunciado que en ser descubierto.

Estos eternos “me estoy separando”, son la bajeza hecha persona, son victimas en sus cuentos, tratando de conquistar a una mujer diferente; a veces no sé qué pasa por la cabeza de estas personas ¿acaso creen que la mujer a la que le dicen esta mentira es menos por no ser igual a la que tienen en la casa? ¿Es qué por ser más bonita, soltera, no es sino una mujer que quiere sexo y mentiras? ¿Suponen acaso que esta persona carece de sentimientos? ¿ o de entrada la juzgan como una mujer que merece menos, que no merece nada?

Si bien, cada cabeza es un mundo y los hombres un tema tan primitivamente complejo, no excusa la cobardía ante la que enfrentan tener un compromiso previo, asusta, que en medio de una revolución feminista todavía entre amigas nos digamos “ay, nena eso se le quita ahorita, no le hagas caso que eso se le pasa” o que sigamos escuchando “los hombres son así”, en un día como hoy, escojo creer que hay hombres que no necesitan “otra”, que no buscan validar constantemente su hombría con el uso permanente de su órgano reproductor.

Mientras yo sigo creyendo que hay hombres como los de los libros, estos personajes de la realidad llegan a hacer mucho daño, a su pareja, a la mujer que deciden conquistar con mentiras… porque como bien pueden ser descubiertos inmediatamente  y mandados al mismísimo carajo con estadía vitalicia; hay mujeres que se enamoran, que mientras dan el 100% en esa relación, la otra persona les devuelve con un -50% , es como jodido creer que porque salen a veces, escriben en horarios de oficina, o apenas huelen la botella de licor las llaman, mandan regalos, es tener una relación; una relación es otra cosa, es algo que los pacientes terminales de “me estoy divorciando”, desconocen por partida doble.

El disfraz de mojigata, está agotado


El  disfraz de Mojigata, está agotado

Estaba desaparecida, no por falta de tiempo, más bien, falta de motivación, pero para variar hay circunstancias consecutivas que me animan y en esta oportunidad es la mojigatería.

Es tan común ya ver a las “señoritas” en estas posturas, que nada más se la creen los incautos, los pendejos o como diría whitsy “los triple bobos”;  a veces creo que soy más una defensora de los hombres ante las artimañas sin piedad de las mujeres, que una mujer normal, inmediatamente recuerdo que de normal no tengo mucho, por eso siempre ando desentonando en los ambientes femeninos.

Eso de las posturas, las artimañas, la planeación y la cacería de hombres no es lo mío, me da flojera! Y un pesar inmenso con esas criaturas que creen que porque los ovarios les cuelgan (testículos) se las saben todas y mis queridos, no se saben ni una; así que no se exponga al ridículo con sus amigas mujeres cuando hable de sus conquistas o sus proezas, usted no es más que una simple pieza en los juegos de las mujeres (hasta de esas que usted creyó “haberse comido”, hasta esa ¡se lo comió a usted!).

Voy a enumerar un par de casos, que por comunes y repetitivos, uno creería que ya nadie se los cree y vaya como es la vida son los más efectivos:

Caso No.1 :  La virgen conversa:

Dícese de la susodicha que está en el grupo de moda de cualquier iglesia, sus características principales son colocar versículos de la biblia en cuanta red social tengan, dan los buenos días y las buenas noches con “Dios te bendiga” y obvio, también a cualquier cosa contestan con el Dios te bendiga; Es llevada a ingresar al grupo, por una amiga que acaba de “pescar novio” y le ha asegurado que ella va a contar con la misma suerte, (los hombres a su vez, también asisten con la intención de levantar, tampoco es que se salven); portan cadenita de la virgen y rosario (si aplica), de lo contrario algún objeto que las identifique. La religión no es mala, ni que crean en algo, es fingir tener fe en algo que no creen, por simple moda o como estrategia de reclutamiento. No dejemos a un lado el hecho de que involucrarse sentimentalmente con varios de la congregación “no es malo, porque son creyentes” … y así disfrazan la vagabundería, pues la religión ha servido siempre como el espejismo de todos los pecados.

Caso No. 2: La fi-fi-fitness

Personaje que operada o no, se mete a cuanto gimnasio, clase de zumba, spinning, kick boxing y sabrán los entendidos en el tema que otra cosa!

Estas tienen una debilidad inmensa por las presas bien torneadas, esos cuerpos que se perfeccionan con el ejercicio, teniendo en cuenta que ubican el estrato social de la victima en la selección del gimnasio (no se coman el cuento de que es por cercanía a la casa, o la comodidad de las instalaciones). Siempre cae uno o varios y es en este articulo (si es que a mis locuras, se le pueden considerar así ) el segundo cuento más usado

Caso No. 3 – La Mix

Dícese de la susodicha que mezcla el cuento No. 1 con el cuento No. 2 , esto le permite ampliar el espectro de posibilidades y asegura un éxito más inmediato.

Caso No.4 – La Diminutivo

Esta clase de personaje son de mis favoritas (léase con el tono sarcástico y si puede con mi tono de voz que de por sí es grosero) .

Le ponen diminutivo a todo, en qué parte del cerebro de los hombres está el defectuoso chip que les hace creer que eso significa ternura… no sé, pero ojalá se erradicara…esa forma de hablar molesta y pendeja, que todo lo termina en “ito”, no es ternura, no es dulzura, es pendejada … pero a ver! , ya ellas saben que ustedes son pendejos y les gustan las pendejadas y los pendejos terminan siendo ustedes.

Caso No. 4: Yo nunca

“Yo nunca había sentido esto”; “yo nunca había hecho esto”; si bien hay casos de que esto es cierto, la mayoría de las veces no. Este fenómeno está arraigado en el discurso de conquista de las mujeres, por culpa de los mismos hombres, que no soportan pensar que las mujeres han tenido experiencias previas igual o más placenteras con un anterior individuo; estas son las que viven en una relación que se sostiene en una plataforma de gelatina.

Caso No. 4: La Natural

No sé en qué parte de la biblia, de la constitución, de algún libro de Coelho está que la mujer que no se maquilla y no usa tacón es más pura y santa.

Hasta donde me da el cerebro, no encuentro una relación directamente proporcional entre el gusto por el maquillaje y el uso de tacones en la  vida sexual de una mujer.

¿O es que acaso por cada labial, se ha tenido un hombre diferente?¿o el alto del tacón es reflejo del tamaño que le gusta? – hágame el hijueputa favor y no sea tan imbécil .

En todos y cada uno de los cuentos hay excepciones, hay religiosas de verdad, hay quienes aman el ejercicio y lo hacen por ellas, las únicas que para mí no tienen excusas son “las diminutivo”, esas no!.

De Igual manera, estés de acuerdo o no, o te creas “el macho alfa” que jamás y nunca le ha pasado, les cuento otro dato:

Entre más control crees haber tenido y tener de las mujeres, más equivocado estás.




El centavo para el peso


El centavo para el peso



Darse de frente con la misma realidad una y otra vez, hace que el asunto se vuelva frustrante, efecto que genera una inteligente conclusión “yo sólo soy buena fracasando”

No es venir a darme golpes de pecho, ni a alimentar las ansias de chisme de nadie y menos que menos despertar lastima, es una conclusión que necesariamente tenía que decirla en voz alta, o escribirla (ustedes entienden)

Desde que tengo uso de razón…o mejor dicho memoria, porque hasta la razón vino dañada de fabrica, otra característica que no tengo, de la larga lista de virtudes que no vinieron conmigo.
Retomo con el enunciado... desde que tengo memoria, he pasado los días con la sensación de que siempre quedo debiendo el centavo para el peso; nunca soy suficiente, nunca doy lo suficiente, no soy lo suficientemente de esto, de aquello o de lo otro; quedo debiendo en cada una de las facetas de mi vida, algo a alguien, algo a todos, algo a algunos, siempre a mí, para este momento ya debería estar acostumbrada, pero el peso en el cuello y la espalda del estrés que si no me lleva al manicomio, me va a llevar a la tumba, pero de que va a tener consecuencias, las va a tener. (No es un enunciado con voz profética, es una cuestión de cultura general).

Días en los que el infierno, sería como estar de vacaciones y la idea del cielo una no tan incomoda fantasía, podría acostumbrarme al silencio absoluto, aunque recuerdo que fijo están un poco de locos que se arrepintieron a los 0,2 segundos antes de morirse y vuelvo al primer destino turístico, sea quienes estén ahí, no creo que les quede tiempo para joder y criticar.

Pero…antes de comprar el tiquete, suspiro pensando articuladamente, que el infierno fue el destino que me tocó por suerte, ese en el que a todo y todos les quedo debiendo el centavo para el peso; una existencia cargada con decepciones propias y ajenas, porque no importa que tanto me esfuerce nunca soy ni hago lo suficiente.

Me devuelvo en el impulso, recreo mi vida, recompongo historias, recuerdo las miradas en las que un día me perdí y también en aquellas que quise que se quedaran para siempre, pero otra vez, no fui, ni soy suficiente.

A la vida, al amor, a la suerte, al éxito, a la felicidad, también les quedé debiendo el centavo para el peso… o era al revés, todas las anteriores me deben a mí?


Ni rezando empato, sólo peco


Ni rezando empato, sólo peco



Si uno está juzgado de antemano, ¿para qué se defiende? Aprendí a guardar silencio cuando interiorice esta frase, silencio en todos los sentidos: oral, virtual, textual y corporal, dejé la postura de ataque y también la de defensa...sólo guardo silencio.

Se requiere de paciencia, de fuerza interior, de una ejercitada paz mental, no porque crea que mi verdad es superior o mis decisiones sean las mejores, ni mi camino el único.

Aprendí a guardar silencio a los insultos, las ofensas y las insinuaciones, de nada me sirvieron muchos años defendiendo mi versión de las cosas,  cuando los oídos de los interlocutores permanecían cerrados.

¿Qué ganamos juzgando de antemano? ¿Qué ganamos condenando a alguien mil veces por el mismo error? ¿Qué ganamos culpándonos de lo mismo? ¿Qué ganamos dando explicaciones que nadie quiere escuchar?

Ganamos nada, perdemos mucho.

Un viejo fantasma que vuelve… y yo de pendeja que me espanto


Un viejo fantasma que vuelve… y yo de pendeja que me espanto



Ajá, así es… y uno que se llena la boca diciendo que lo que digan los demás no importa, esto tiene variables; no  importa, cuando no nos toca la fibra, cuando no nos recuerda un trauma, cuando es una cuestión que tenemos dominada y resuelta; pero como jode la opinión de los demás, cuando el tema es delicado, aquellos temas no resueltos, heridas falsamente cicatrizadas.

En ese momento, la sensación y el espectáculo se asemejan al del niño inquieto que llega de visita y levanta la alfombra que debajo tiene todo el sucio del mundo, ahí toda esa apariencia de perfección se desintegra y ¡oops, que oso!

Bueno, me pasó, repetí como loro que nada me impediría seguir escribiendo, (además que es un ejercicio personal), que esta vez iba a ser diferente, y ¡mentira! ¡Tremendo embuste!, no soporté par de malos comentarios, de esos que hace la gente que cree que tienen al diablo agarrado por los cuernos y a Dios por las bolas; no hay una sola forma de ser persona, no hay una sola manera de ser esto o aquello y pues tampoco nadie los nombró policías, ejercen con una disciplina enferma  el arte de la hipocresía y la doble moral.

Me costó un par de días superar el shock nervioso, el discursito ese de “a una mujer que escribe así, nadie la toma en serio”, “esa manera de decir las cosas que tienes es tal o cual”, “bájale al tono con el que escribes, las mujeres tienen que ser más dulces”, entre la larga lista.

Los condicionamientos sociales, de lo que se supone ya debería ser, lo que debería tener, lo que debería haber logrado, como debería hablar, escribir, caminar, vestirme, algo siempre le está ofendiendo a alguien… y todo ese terror de las espectativas como un viejo fantasma que vuelve y yo de pendeja que me espanto, cuando ya tengo claro que es gadejo (ganas de joder) crónico; que si no juzgan, critican u opinan, los ataca una alergia.

Nadie dijo que reconstruirse uno mismo, era tarea fácil, es un proceso diario, uno recae en viejos patrones, en conductas aprendidas, en comportamientos adquiridos; da miedo, mucho miedo, admitir que no encajas en el mundo que se supone que deberías encajar, que te sientes como una extraña en busca de su clan, pero seguiré caminando, tropezando, aprendiendo, desaprendiendo, a mi ritmo, no para ser y hacer aquello esperado por los demás, sino para mi bienestar y tranquilidad.

Y no, contrario a lo que algunos puedan pensar, no me levanto en las mañanas pensando en maneras nuevas de decepcionar a nadie, ya no me interesa fingir, no me interesa encajar, tampoco quiero hacerle daño a nadie, el mal se lo hacen solos cuando pretenden que viva bajo sus preceptos.

Pasamos gran parte de nuestras vidas sepultando nuestra naturaleza, para que no nos miren maluco, nos morimos en vida fingiendo ser otras personas, por no decepcionar a la familia, por estar a la altura de las circunstancias, todo para caer cada noche rendidos, nos sometemos a la tortura diaria de la imitación… y todo para que alguien siempre siga inconforme.
Seguro el fantasma aparecerá acompañado de ruidos, de criticas, de indirectas, de sabios y de pendejos, y me asustaré cada vez menos, hasta que no me asuste nunca más

El complejo de teletubbie y los ofendidos crónicos


El complejo de teletubbie y los ofendidos crónicos

Las dos caras de la moneda, ambos tan perjudiciales y comunes como la coca cola.

Procedamos a realizar el esquema del complejo de teletubbie: Individuo caracterizado por mantenerse en un estado de excitación interminable, basado en falsas expectativas. Terriblemente insoportables, yo le tengo pánico a la gente que siempre está aparentando felicidad, o dulzura…eso no es normal, si bien, no soy partidaria del dolor, ni soy militante de la depresión; tampoco considero la felicidad aparente como algo sano.

Es muy difícil estar feliz todo el tiempo, es contraproducente negar la existencia de otras emociones, como quien acomoda el polvo debajo de la alfombra, tarde o temprano no va a haber espacio para contener tanta suciedad, y lo que a simple vista se podría tomar como optimismo, es en la mayoría de los casos, una herramienta inútil, empleada para mantener las apariencias.

Su felicidad es fingida, su trato dulce y tierno es una fachada, detrás de la que se oculta una persona que se acostumbró a negar sus emociones.

En la otra cara, están los ofendidos crónicos, estos son diferentes en contenido, pero no en esencia de los teletubbies, aunque a diferencia de los primeros, en lugar de vivir en un mundo de fantasías súper  ley (los barranquilleros entenderán), viven de un amargue constante, todo les pica, les incomoda, se ven ofendidos directamente por lo que diga el Papa y fastidiados si muge la vaca, la salida del sol nunca es por el lugar correcto y sea la temporada del año que sea, su humor no varía.

Se atacan con la vida propia y con la ajena, se autodenominan estandartes de las buenas costumbres y la moral, son centinelas del chisme, jueces de todo y verdugos justicieros que con su “humilde opinión” y su “verdad” reprochan el hacer y deshacer de cualquiera.

Su amargue no tiene justificación aparente, son atletas olímpicos en la desclasificación de sus semejantes, de sus parejas, de sus hijos, de sus compañeros de trabajo, nadie excepto ellos tienen la verdad absoluta de todo y la última palabra.

¡y que el universo nos agarre sentados, si dos personajes iguales se encuentran!



En ambos casos,  ven las situaciones de la vida en blanco y negro, estáticas, donde los puntos medios los verían obligados a lidiar consigo mismos, con sus patrones de conducta, con emociones que se han negado a experimentar; ciertamente experimentar estas emociones  causa temor, es aprender a vernos con ojos de misericordia a nosotros mismos, es enfrentarnos a comportamientos que se nos invalidaron, cuando nos dijeron que tal o cual emoción no la debíamos manifestar, no nos enseñaron a canalizar la frustración, el enojo, la tristeza, nos adiestraron para ignorarlas, las señalaron como defectos, como síntomas de alguna enfermedad y la enunciaron como características de personas débiles, y nadie quiere reconocerse débil o inferior.

La debilidad no está en las emociones, está en su manejo, se moldea con la experiencia y se hace vida cuando se reconoce propia, se valida, se canaliza y se supera; no se niega, no se atragante con sus emociones, dejelas vivir, aprenda de ellas, tienen mucho para enseñar.






Yo debí saber que no era normal


Yo debí saber que no era normal



No sé por qué todavía, a estas alturas del partido, me encuentro a mí misma sorprendida por mi incapacidad para encajar, eso ya lo debería haber interiorizado, como para que no me afecte.

Debí saberlo desde pequeña, inconscientemente elegí no prestarle atención, es que la comodidad de la ignorancia es parecida a la de la pijama vieja.

Ya decía yo, que no era normal  disfrutar los jugos, la sopa a cualquier hora y que en vez de llorar para no comer ensalada, me regañaban porque me la comía toda, porque en una niña, normal, normal, así que uno diga normal, no es.

Lo preocupante del asunto, es que prefiero hacerme la loca, cuestionarme a mí misma, pelear a puño limpio con el espejo y cuestionarme repetida e innecesariamente qué tanto daño me hizo caerme de chiquita.

Después de interrogar a varios médicos (tampoco es que me haya dado tranquilidad, porque resulta que si fuera consecuencia de algo y no de mí, estaría tranquila, uno de los placeres más grandes en el mundo, es endosar responsabilidad en otros o en eventos poco afortunados), resulta que no, que poco o nada tiene que ver ese totazo, por muy fuerte que me haya parecido.

Y sé que no soy la única que se siente rara, el problema no es nuestra normalidad, no somos nosotros, no soy yo, el meollo del asunto está en que toda esa vida de duros cuestionamientos ha sido vivida de la mano de la gente equivocada, no les voy a decir malos o tóxicos, porque hay seres maravillosos con los que compartimos y departimos, pero a la hora del té, no nos entienden realmente, sus aplastantes buenas intenciones, son cambiarnos, modificarnos para que encajemos en su mundo y eso nos hace sentir aún más raros.

De lo que hemos padecido, es de una enfermedad social bastante común, que también podría explicarse de manera holística: nuestra necesidad de pertenecer, nos ha hecho escoger la manada equivocada, nos rodeamos de personas que no van con nosotros, que no comparten esas aficiones, que no tienen los mismos intereses, y para cada quien es distinto.

No hay una única manera de sentirse a gusto con uno mismo, sólo que tal vez, encontrar a tu manada, ponga a tu disposición herramientas nuevas con las cuales reconstruirte desde adentro; lo más grave que podría suceder, es darte cuenta que el problema no eres tú, sino las personas de las que habías escogido rodearte.

Algún día, con algo de suerte y de decisión podrá esta niña rara encontrar su manada, dentro de la cual sentirse a gusto, donde sus virtudes sean apreciadas, sus opiniones valoradas y se logre sentir plenamente a gusto con su rareza.

No lo estamos haciendo bien


No lo estamos haciendo bien



Precisamente hoy en una actividad del colegio de mi hija, nos preguntaban a los papás, qué virtudes valorábamos en nuestras hijas y qué queríamos que fueran en un futuro.

Vaya! Dos preguntas para pensar, la primera bastante porque plantea interrogantes sobre la crianza misma y la segunda porque es un reto al ego y a las tan dañinas expectativas.

Les explico porque la primera la considero un interrogante a la crianza que le estamos dando, porque aquello que expresamos como virtudes, puede que no lo sean tanto, la sumisión confundida con obediencia, la memoria con la inteligencia, entre otras, para no salirme por la tangente, escribí dos características que a mi parecer son fundamentales (y me las reservo, porque cada quien tiene una valoración distinta de lo que son cualidades y virtudes.

La segunda fue la que generó debate, resulta que mi respuestas fueron  “que sea feliz” “que haga lo que la haga feliz” y para mi sorpresa mi intervención y justificación hizo que me ganara simpatizantes y como es de esperarse detractores.

Yo no quiero educar a mi hija con la expectativa de lo que quiero que sea, eso sería enviarle un mensaje contradictorio (que a casi todos nos jodió la vida) , simplemente no quiero decirle que es inteligente y de repente decirle que su criterio (que se irá formando con los años, los daños y la experiencia) no es suficiente para saber que hacer con ella misma.

Cuanto bien nos haríamos como padres y mayor bien el que le haríamos a nuestros hijos, si dejáramos de creer que son una extensión de nuestra existencia, o que nacieron para llenar vacíos afectivos o peor aún que vinieron a este mundo a cumplir las expectativas nuestras, desconociendo totalmente sus intereses. Tampoco crea que soy la más liberal, porque mientras se forma ese criterio, me gusta mantener la disciplina (sin ser una disciplina de maltrato físico, ni verbal, mi ex marido y yo en lo único que hemos estado de acuerdo es que los golpes son violencia, y a mí parir me dolió mucho, como para herir a mi flaca); la motivo a leer, a estudiar, a hacer la tarea; hay programas que no considero adecuados para ella , entre una larga lista de cosas; pero también le ofrezco libertad, de dedicar mayor o menor tiempo a las actividades que la apasionan, a no condicionarla a un estado civil futuro, no inculco el ideal del matrimonio, ni de la carrera adecuada (y en este punto, si les contara cuantos frustrados – exitosos hay, y solo en el curso de mi hija); padres a los que les pedí (hice el ejercicio al revés ) de no pedirle a nuestros hijos que cumplan nuestras expectativas, sino que el universo (y si tienen una creencia en particular, a su Dios o deidad ) que nos de la paciencia para aceptar su camino, que nos permita ser guías en la construcción de su templo interior, que desde la instrucción podamos reconocer en ellos sus cualidades y que sus decisiones políticas, ideológicas, sexuales, civiles y demás sean en su libertad (mientras no se hagan daño a si mismos y mientras no dañen a los demás)y que sea un daño real, no un daño al estatus de la abuela , o la susceptibilidad de la tía pendeja.

De alguna manera aclaro, que no fomento un libertinaje en ninguna de sus expresiones, ni conductas que atenten contra el ser humano, en su dignidad.

Cada quien educa a su manera, yo no soy gurú, ni experta en crianza, disto mucho de ser el modelo de mamá perfecta que se levanta a hornear galletas y soy una feliz divorciada de la postura de madre abnegada (esas que viven en un sufrimiento constante y que brindan un amor aparente),  soy una mamá a mi manera, quizá porque no creo que lavarle el cerebro a mi hija sea lo correcto, porque quiero que ella si sea feliz, porque quiero que cada vez que se mire al espejo se reconozca y no se cuestione su vida entera, por andar haciéndome caso.

Es muy fácil obligar a otro, con la mentira de que lo hacemos por amor, a hacer lo que queramos, pero ¿amor a quién? ¿amor a los hijos? ¿amor a mi ego? ¿amor a las apariencias?

A ver si reflexionamos un poco y no tengamos que educar hijos , que se miren como nos miramos hoy los asistentes a esa reunión, reconociéndonos como fracasados-exitosos, porque tenemos todo lo que quisieron para nosotros, pero nada de lo que queriamos  nosotros mismos.

*En otro post, le dedicaré más tiempo a mi teoría de los “fracasados-exitosos”*

La editada, introducción y generalidades


 La editada



Si me preguntaran cuál es el tipo de violencia qué más perjudica a las mujeres desde temprana edad, yo respondería sin dudarlo que “La editada”.

Es de lo más “normal” que nuestros padres, en especial las madres, nos digan que sólo quieren que seamos felices, que comamos perdices y toda esa perolata que ni ellas se terminan de creer y es que esas  terribles e infames “buenas intenciones”, llevan a estas madres y un sinfín de cómplices a impartir un modelo de crianza, cuyo resultado es frustrante y nada útil; y a pesar de que algunas valientes han reconocido la inutilidad del modelo, otras persisten en el error.

Y esa “editada” en qué consiste? Simple, sencilla y devastadoramente, en un sistemático remplazo de gustos y preferencias, por el del modelo establecido, siguiendo la forma de los cuentos de los hermanos Grimm, dirigido bajo una óptica muy al estilo de la rosa de Guadalupe.

Nos dicen que debemos aceptarnos como somos, que seamos autenticas y todo ese bla bla bla, que nos obligan a modificar, porque al mismo tiempo que dicen esto, salen con “así no se viste una señorita”, “esa forma de hablar no es propia de una dama”, “si te comportas así ningún hombre te va a querer”, “déjese ayudar, a los hombres les gusta sentirse importantes”, “exagere las virtudes de su hombre (en todo sentido),razón por la cual hay tanta frustrada y tanto cavernícola convencido que son los mejores en la cama (no se engañe, esa mentira hace parte del discurso de “la editada”), entre una larga lista de frases y modelos de comportamiento.

¿Cómo es posible que se nos niegue el derecho a hacer, sentir y preferir?, todo por mantener apariencias o encajar con ese ideal de mujer perfecta, esa que se casa, que reza, que no jode, que no pide, que no exige, que se acomoda a todo, que sacrifica tranquilidad, paz mental, equilibrio emocional y se somete a una anulación constante de ella misma, de su juventud, de llanto y sufrimiento interminable; y todo para que en la vejez puedan decir “a pesar de todo aquí estamos, juntos; él era terrible, pero llegó una edad en la que cambió (ya no le pegaba, ya no tenía moza, ya no se perdía el fin de semana), mira tú esa vaina!

Sí, obviamente llegó ese momento, en  que la edad no le daba y las energías tampoco, pero ¡hey!, qué importa, si lo único que perdiste fueron los mejores años de tú vida y con ello todo lo que pudiste ser, invertiste todo para en la vejez ser la enfermera de un niño que no creció, sino que envejeció; la buena amiga, que escucha; la amante insatisfecha pero complaciente; la que aguantó porque en la editada le dijeron que eso es lo que hace una buena mujer; la valiente que supo torear cada cacho, con la floja expresión “el siempre vuelve a la casa”; la que crio sola a los hijos y hoy la culpan de lo que salió mal o si la cría salió descarriada, pero comparte las glorias y el éxito (porque en estos casos, ahí si la recompensa es mutua… sabroso es celebrar méritos, con el esfuerzo ajeno).

Y para que vean, yo creo en el matrimonio, en la vida en pareja, soy una romántica incurable, sólo que mi proceso de edición, no fue completado; hoy agradezco a mi pereza, o a esa habilidad que tengo de ignorar a la gente, a las cosas y las enseñanzas (a un punto que aterroriza, no siempre es bueno).

Creo en las personas, en que si no fingiéramos ser lo que no somos, si más bien, nos dejaran ser, sentir y hacer lo que nos apasiona, no construiríamos expectativas sobre sueños y metas que no son nuestras; o me van a negar que conocen personas “que tienen todo lo que cualquiera quisiera tener” y no son felices, y quién puede ser feliz si se dedicó toda su existencia a complacer a otros, dejándose a un lado, porque en “la editada” le dijeron que fuera el mismo, pero que se acomodara, que se pusiera un filtro, que fuera el/ella mismo(a), pero no tanto… y de tanto en tanto, todo lo que pudo haber sido, se perdió en la editada.

O van a negar que mientras leían esto, sintieron que les hablaba directamente.
*mi editada personal va a tener que esperar un poco, aún no estoy lista para hacer esa catarsis*

A mí lo que me faltó fue ver novela




A mí lo que me faltó fue ver novela
Es una vaina muy común que las mujeres hagan de cuanta cosa para "atrapar" al "hombre que quieren"; y pongo esta última expresión en comillas, porque lo que he podido apreciar a lo largo de varias experiencias y a lo que yo llamo "inteligencia colectiva" (de esto hablaremos en otra ocasión, y es otra de mis teorías es que las mujeres tenemos inteligencia y experiencias colectivas) es que es un juego de ego y de poderes, a la larga esas mujeres sólo hacen desde las del perro (por no decir perra) hasta las del mico con tal de quedarse con "el man" , aunque no lo quieran realmente, aunque el muy imbécil ni se dé cuenta que se ha convertido en un trofeo que se alcanza después de una cruel, desleal y violenta cacería.

Estas mujeres tienen algo en particular y en común…Son unas estrategas ni el hijuemadres, hubiera querido Sun Tzu tener la mitad de la capacidad que tienen estas mujeres; fichan la presa y a partir de ahí empieza una guerra sin cuartel, con aliados, fechas, armas y sabrán ellas que más (si yo lo supiera, mi estado civil sería diferente, aunque de ese tema, también hablaremos en otra ocasión).

No conocen el límite de la dignidad, porque claramente alzar el trofeo presupone un triunfo, una victoria y rara vez gana el amor; porque no vaya a ser que el pobre infeliz esté enamorado de otra o se enamore de otra, olvídense que gana el amor, gana la estrategia de la quiera tener el estatus de la pareja de la presa en cuestión... digo, de la persona en cuestión.

Se deshumaniza tanto al hombre en la medida en que se valen por lo que dan y aportan, por lo que significan, se vuelven un objetivo militar.

Yo a esas mujeres les tengo miedo, nunca ofrecen más de lo que la comodidad del premio pueda darles; pero sacan la artillería pesada a la primera oportunidad, no se desarman nunca; cada llamada, cada mensaje, cada salida, cada discusión y reclamo tiene una finalidad y vaya que lo saben hacer.  A este punto usted puede pensar que las critico, pero no, honestamente las envidio; tengo una jodida incapacidad para editarme, que si no hablo me salen subtítulos en todos los idiomas y la cara de fastidio crónico se apodera de mí.

Saben seducir, conquistar y retener, que vaina jodida, yo ni siquiera logro mantener la atención de mis lectores del blog.

Obviamente, vieron y ven novela, crecieron con el esquema mental del  victi-drama y muy, muy lejos están de la apariencia de la mala de la novela, de hecho su camuflaje es el de la moscamuerta, el de la "virgen conversa” (otra de mis teorías); se publicitan como abnegadas, inocentes y todas esas vainas que los incautos juran que son los atributos de "las mujeres que valen la pena";  su mejor discurso consiste en alabar y soportar cualquier situación que se les presente (pero no desde el amor , sino desde la estrategia); sus aliados principales son la madre del incauto/víctima, los mejores amigos y su circulo cercano...y todos caen! tienen una capacidad de convencimiento y un dominio del público que cualquiera desearía; y así siguen con una red que sirve a sus funciones; mejores amigas que apoyan su causa (dentro de las estrategias es muy común que una de las mejores amigas de la estratega, salga con un amigo de la victima, para complementar el ciclo de lavado cerebral), no sean tan incautos, esta estrategia es tan vieja como los envenenamientos en la antigua Roma y tan efectiva como agua bendita en cuaresma.

Así, que sí, a mí lo que me faltó fue ver novela, ese grado de manipulación histriónica, no se me dió, ni se me desarrolló... Conmigo es blanco o negro, todo o nada... y si me va a tocar desplegar una estrategia militar para estar con alguien, o para retenerlo prefiero retirarme... porque una cosa es aceptar que no todos los tiempos son buenos, otra cosa es jugar con la gente.

Lo que no es de voluntad, que no sea de fuerza, ni siquiera la mental, ese desgaste no es para mí; si llega, que se quede; si se va, que le vaya bonito...y si hay competencia, se lo regalo con moñito, porque si hay un tercero, es porque le abrieron la puerta para entrar; y porque la milicia no es lo mío, dejo el terreno libre para quienes ven en el amor una batalla y en las personas ven trofeos.
Y sí, me faltó ver novelas, o ver las adecuadas.

¡Váyase al carajo!



¡Váyase al carajo!


Desde que nacemos y a lo largo de nuestra vida, en todos los espacios y de manera frecuente, nos tropezamos con personas o situaciones que nos afectan o nos dañan.

No se imaginen ni por un momento que les voy a dar una charla de superación personal, porque no tengo ni idea del asunto y dos porque ni sin culpa, tengo la autoridad moral, ni la preparación profesional para hacerlo...ah! y el hecho de que firmemente creo que cada quien es diferente y por ende hace con su vida y su felicidad lo que mejor le parece, entonces, claramente, no es una charla de motivación, ni la formula mágica para dejar atrás los problemas; sólo quise ponerle algo de dramatismo a lo que voy a compartirles hoy.

A mí me ha servido el siguiente ejercicio, con respecto a las personas y las situaciones que les mencione al principio y tiene todo de cierto, desafortunadamente, hay gente tan dañada por dentro que la única manera de que su saliva no se convierta en veneno, es haciendo daño a los demás...y sin mayor pudor les digo, todos de alguna manera hemos herido, dañado, o jodido a alguien.


Pero tampoco me doy, ni les doy látigo por ello; veamos más bien una técnica que a mí me ha resultado.



Durante años fui reaccionaria, literal que por todo peleaba, hasta que me cansé, porque el desgaste de entrar en polémica con gente que no tiene intención de reconocer sus faltas o de admitir sus equivocaciones, es proporcional a su grado de maldad multiplicado por su ego, potencializado por sus enfermas actitudes...así que me he dedicado a simplemente dejar así.



Pues si, como lo ven no es una formula mágica, no denota una conciencia superior, ni un avanzado estado de mente...podría ser más bien catalogada como una actitud cobarde, si lo ven desde la perspectiva guerrerista y desde el ego, que a fuerza de querer cambiar al otro, nos hace olvidar, que cada camino es individual y cada quien escoge sus experiencias.

No defiendo la postura de victima, ni las actitudes del victimario, para mí simplemente, esa persona o situación muere, no la arrastro, no la llevo acuestas, ni pago penitencia; claramente después de un duelo consiente y de tomar en beneficio las lecciones aprendidas.



No odio a nadie, me da una pereza tan bárbara guardar rencor, que es a veces sorprendente como se puede desarrollar la habilidad "del muerto viviente", así no le llevo flores a un cadáver , ni mantengo relación con un ser o situación que no me aporta.



Obvio, están las situaciones o personas que cuestan más, que se convierten en un trabajo casi diario; el cual, supone colocarme en los zapatos del otro (sin olvidar talco y medias), tratando de entender que sus reacciones son manifestación de sus temores; que quien daña o ataca por dentro está enfermo y como yo no soy médico, su curación no depende de mí; que su adicción es hacer daño y causar incomodidad, dolor, malos entendidos, no soy madrina, ni coach... y para aquellas personas que aún conservan el delirio de salvadores de las almas necesitadas, recuerden que sólo se ayuda al que quiere cambiar, que a fuerza de voluntad divina y nuestra, la cosa no camina, si la persona en cuestión pretende seguir con su comportamiento.



Entonces, mi técnica podría llamarse la del "muerto viviente"; pues aunque en el plano físico la persona comparta nuestro mismo aire o la situación subsista, en mi mundo interior no existe, sólo quedan las lecciones...ya ven, no supone un grado de esclarecimiento, ni un alma elevada, ni ser un santo; es cuestión de tranquilidad mental, de paz, de entender que si me cargo a cuestas el dolor, esa persona adquiere un poder sobre mí (y siempre he tenido problemas con reconocer la autoridad...ahora imaginen lo jodido que sería reconocer a alguien o algo de manera permanente), así que lo suelto, lo perdono y lo dejo ir (con el respectivo luto que la persona o la situación requiere)

No les niego que la expresión ¡váyase al carajo! es muy útil y efectiva como mantra, siempre y cuando no nos vayamos al carajo acompañando al otro; no deje su tranquilidad en manos de un recuerdo, ni dedique su energía a guardar rencor, eso le da poder a ese muerto viviente sobre usted.




Espiritualidad Masónica


Espiritualidad Masónica


¿Sólo puede ser masón alguien religioso?


En definitiva no lo creo, ciertamente este ha sido el punto de quiebre de la espiritualidad masónica, pues sólo puede ser masón, una persona espiritual y eso mis queridos hermanos es muy diferente y nada tiene que ver con las religiones.

Es muy común en los distintos talleres masónicos que se haya perdido la esencia de la masonería, su simpleza, la luz de la libertad, características que aterrorizan a las personas amantes de las reglas y las prohibiciones, de los dogmas impuestos comúnmente por las religiones; la espiritualidad masónica no es más que la esencia misma de la persona, de lo que su ser interior le dicta como bueno o como malo, sin el temor de un castigo o una reprimenda, es el actuar consciente de un ser que trasciende reglas absurdas y se comporta dignamente como un ser humano, como una persona que interactúa en un mundo diferente; podría decir que la espiritualidad masónica es una característica divergente, es lo que rompe los paradigmas de lo que nos enseñaron y abrir la mente a lo que realmente debe ser aprendido y manifestado.

No podemos convertir un templo masónico en iglesia, en culto, en mezquita, ni trasladar las diferentes religiones a este; debe existir una línea divisoria, ni siquiera un punto medio, porque para encontrar más de su religión, vaya e inscríbase al grupo de moda, a las tardes de estudio de biblia, o a lo que sea que lo haga sentirse más cercano a su creencia, pero en definitiva no traiga su religión a un templo masónico, pues todos los hermanos querrán hacer lo mismo y cada uno tiene una diferente; si bien, la masonería respeta toda creencia que potencie a los seres humanos y que tanto judíos, como cristianos, como cabalistas, como místicos pueden ser y son masones, los apellidos religiosos deben ser eliminados de las logias; están haciendo lo contrario al fin primario de la masonería y es la inclusión, pues cuantos hermanos a lo largo de la historia se han iniciado en los augustos misterios de la orden, con el propósito de encontrar humanidad, esa que en las religiones que profesaron no encontraron disponible.



No es un ataque frontal a creencias, ni religiones, ni un irrespeto a los dogmas; es una invitación a ver la espiritualidad masónica como lo que es – Simplemente masónica – sin apellidos, no como un cubo sin fondo donde todo cabe, pero nada se articula, no es un agujero negro de ideas sueltas, ni de recetas fijas, es una espiritualidad laica, que se sirve a su propósito a laicos y religiosos, a todo aquel ser espiritual.

La invitación queridos hermanos es ver más allá de los apellidos que se le han querido poner a la masonería y que a mi parecer bastante daño le han hecho, pues en mi experiencia personal, muchas logias parecen costureros de la iglesia católica, la masonería femenina es un parapeto de damas rosadas y nuestro taller parece más una reunión de cristianos que sigue un ritual masónico, sin la intención de hacer masonería.

El masón no debe aspirar al descanso, no debe sujetarse a lo visto, hablado, aprendido en logia, la espiritualidad masónica debe trascender todo aspecto limitante de nuestra cosmovisión aprendida, de las cosas que nos acostumbramos a seguir como ovejas ciegas; se debe compromiso, lucha, el reflejo de nuestros actos fuera del templo es lo que nos hace masones para que los profanos nos reconozcan como tal.

¿Qué de extraordinario tiene reconocernos entre nosotros porque venimos al taller, como quien marca tarjeta, si nuestros actos fuera de él no nos diferencian de los demás? No en la superioridad a la que aspira el ego, sino al servicio que aspira el alma.




La Masonería, un camino entre otros


La Masonería, un camino entre otros

 



Sonará hasta fuerte para cualquier lector esta afirmación que le da título al presente artículo y hasta chocante para quienes han encontrado en la masonería ese camino único, pero es tan cierto, como los motivos que me llevan a escribir en esta ocasión.

Escuchar las opiniones generales de quienes conocen la masonería a través de los libros de Dan Brown, el testimonio de su líder religioso o simplemente dicen saber de masonería porque se han visto todos los documentales amarillistas de ciertos canales en los cuales se nos compara con los seguidores ciegos de sectas extrañas y hasta con los mismos reptilianos;  me hizo caer en cuenta de la necesidad apremiante de tener una especie de monólogo para ser leído con la voces suyas, sin ponerle un tono especifico.

La masonería no es un “ismo”, es masonería, no “masonerismo”, por ende no es un dogma ideológico y sus ritos no representan un proceso de salvación mágica que nos purifica para el resto de nuestras vidas de nosotros mismos, si querido lector (a) leyó bien: de nosotros mismos.

 Pasamos la vida culpando al diablo de cada cosa mala que hacemos sin darnos cuenta que son nuestras propias acciones, derivadas de decisiones las que nos acarrean tantos pesares y arrepentimientos; por eso si busca mágicamente salvarse sin asumir la responsabilidad de sí mismo, esto no es para usted.

La masonería no pretende ni tiene una forma única y magistral, ni una  imposición que te haga un ser humano con características de santo y poderes de deidad mitológica; es un camino largo que se recorre con el paso individual, y que te ayuda por medio de procesos de auto-esclarecimiento a construirte cada día, resumido en una consigna “lo que haces, te hace”; es entonces en este andar consiente de tus acciones y el caminar consiente de tus pasos, que la masonería te descubre esas aristas que deben ser pulidas, mediante un trabajo diario, con las herramientas internas y que pondrán coherencia entre quien eres, lo que haces y lo que dices, trío fundamental en la construcción del ser que cada quien busca; haciéndote a ti mismo el juez de tus actos bajo el reflejo de la luz que la hermandad y sus miembros te han señalado; por ello, la masonería indica su presencia para quien lo desee, libre y espontáneamente; para quien en su convicción como ciudadano de la tierra, desee pertenecer como parte integral y aportante de un cosmos más allá de sí mismo, y se proponga mejorar cada día.





Caminos de auto salvación, de salvación dirigida, de alienación, existen en todos los idiomas y bajo distintas perspectivas, prometiendo resolver los problemas por ti y dándote el amor que en ti no existe; si esto es lo que buscas, la masonería claramente no es para ti. Aquí no se trata de darte una posición social, económica, ni te convierte en un ser altruista por ostentar ninguno de los grados. Cada grado sin embargo, te da herramientas para que tu construcción individual sea próspera y te guíe al final del camino que estas recorriendo; a tu ritmo, a tu velocidad,  con la compañía que escojas y dejando a tu paso el legado que así consideres.

Cada franscmasón interpretará la consigna como le dicte su propia conciencia con el mayor respeto hacia las diferentes interpretaciones y hermanos que las sustentan.

Tu trabajo no dependerá de juicios, pero si se apoyará en experiencias que constituirán tu arquitectura personal, tu arte real; tu nueva manera de ser persona, de ser un aprendiz contante y permanente de los misterios infinitos del universo que en su sabiduría se revelarán sólo cuando estés listo(a).

Y ahora bien, si ya te dije que no es un camino de salvación, ni una experiencia mágica sino un proceso de auto-esclarecimiento y que es un camino entre otros; este camino ha sido escogido por mí de manera libre y por muchas personas alrededor del mundo que te invitan a ser miembro desde tu autonomía , libertad y soberanía personal.




Conocí el amor este fin de semana



Si, así como lo están leyendo, conocí el amor este fin de semana y fue una gran lección (ojalá mi memoria selectiva sea lo suficientemente inteligente para añadir este aprendizaje); y no, no conocí a una persona, conocí a dos, y antes de que piensen par locuras les voy a explicar.

Este fin de semana conocí a una pareja, de esas que están bien lejos de ser dos personas perfectas, o con cuerpos de revista, o alguno de esos estereotipos que nos han vendido de las personas que llegan a ser felices y a encontrar su complemento.

A simple vista son dos personas muy normales, con sentido del humor, descomplicados y cuyas fotos jamás tendrán 200 likes porque son tan normales, tanto como yo, o como quienes leen esto.

Son una pareja que yo catalogaría como "hecha en el cielo" , se adoran de una manera hermosa y viven su relación (por cierto bastante sana, cosa que me pareció reconfortante, dado que mis experiencias en esa materia han sido cualquier cosa menos sanas, de hecho han sido bastante tóxicas);
se ayudan en sus cosas diaras; se tienen una confianza impresionante, este hecho lo evidenciaron cuando ambos contaron la historia de cómo se conocieron y cómo empezaron a salir, y les digo que no fue nada del estilo de los cuentos, fueron situaciones bastante comunues , que en mi opinión hicieron que los lazos que los unen hoy, sean así de fuertes, porque se conocieron en sus realidades y no con falsas expectativas; se conocieron como dos seres humanos en su cotidianidad y se gustaron así, tal cual, con imperfecciones y se volvieron tan locos el uno por el otro, que ha construido un amor bastante cuerdo.

Les confieso que fue hermoso, una parte de mí, volvió a creer que sí existe el amor correspondido, el amor responsable, el amor humano, el amor verdadero, el amor que te conoce, te descubre y te acompaña en tus procesos de cambios y crecimientos voluntarios; ese amor que no te necesita con medidas perfectas porque te ve irresistiblemente hermosa; ese amor que se sienta y te escucha; que se rie contigo y no de ti; ese amor que tiene desde el restaurante más hermoso hasta el camping más improvisado y es especial porque se comparte juntos; ese amor en el que la lealtad es una decisión diaria y hace del respeto un mantra; ese amor que respeta tu pasado y tus experiencias, ese amor que te ama a ti.

Porque en mi experiencia o más bien, el resultado de mi proceso de aprendizaje en cuanto a relaciones sentimentales, el amor requiere disciplina.

y eso mis estimados y estimadas, es lo que aprendí, cuando conocí el amor este fin de semana

No se necesita usar falda, para enseñar a ser mujer


Agradecimiento para mi papá en la conmemoración del día internacional de la mujer



No se necesita usar falda, para enseñar a ser mujer



Agradezco a mi papá por la manera en que me educó, aunque suene paradójico, en este día en vez de agradecerle a mujeres, le agradezco a mi papá por enseñarme el feminismo, pues las mujeres de mi vida resultaron más machistas, que los mismos hombres.

Hoy te doy gracias por enseñarme a hablar fuerte y claro, por no caer en el uso de la “voz de princesa” ni comportamientos débiles con el fin de ser “feminina”, a no avergonzarme por mi tono de voz grave, sino a aceptarlo como parte de mí y no como un defecto.

Te agradezco por apoyar mi decisión de ser madre, y de insistir en no casarme,   (aunque de terca me haya casado, por andar creyendo en el amor romántico ;fue el primero en apoyarme en mi decisión de separarme)pues eres de los pocos hombres que sabe muy bien, que para criar a un hijo no se necesita un hombre y que tampoco se necesita un marido.

Gracias por enseñarme que somos iguales, que los genitales no hacen la diferencia en las responsabilidades ni en las experiencias.

Por enseñarme con el ejemplo que el amor vale más que cualquier imposición social y que el amor propio y el respeto a mí misma, no es negociable.

A ti, que siendo hombre, has sabido ponerte en el lugar de las mujeres de tú casa, siendo más cariñoso y teniendo empatía, aún cuando no te atreves a comprar unas toallas sanitarias.

Por ser el abuelo soñado de una nieta feminista, que mejor regalo que dejarla crecer con sus ideas autosuficientes y su ternura que desarma a cualquiera.

Porque nos enseñaste la justa medida entre un carácter de mierda y dulzura femenina.

Y más que nada Gracias, porque eres el único hombre que nunca ha intentado cambiarme, que sabes que soy imperfecta, pero que me ama así tal cual, así como soy.

Gracias porque de haber tenido una madre feminista y un padre machista, hoy sería un cliché … gracias porque tener un papá feminista, es una bendición que no todos tienen.
A mi papá Gallina(por su instinto protector) , John Bula…

El amor es el idioma universal más confuso

Creo que ya sé dónde fue que se jodió esta vaina... Claro, con el "mandamiento más importante", es lógico que quienes siguen este dogma (creo que es el único que han entendido de verdad y de ahí a que sea tan peligroso) ,es que eso de "amar al prójimo como a ti mismo" , se lo tomaron y se lo siguen tomando de manera tan literal.

 Me explico, hay personas que ni siquiera saben amarse a sí mismas, por ende, ese es el tipo de amor que dan a los demás;
hay quienes se odian y esa relación que tienen consigo mismo, la tienen con los demás; hay quienes experimentan todo tipo de ansiedades, rechazos hacia si mismo y eso es lo que dan a los demás...
Este punto debe reevaluarse y ni siquiera diciendo "ama a los demás como te gustaría ser amado" , porque entonces, hay quienes aman el amor que lastima, el amor que humilla, que maltrata, que los hace sentir inferior y que los anula, y quienes tienen talento para victima, ciertamente atraen magistrales verdugos.

Entonces... ni les resolví la cuestión, pero espero haberles dejado la inquietud, que se necesita más espiritualidad y menos religión, que el amor es el idioma universal más confuso que existe y el amor que damos a los demás es el que nos damos a nosotros mismos; que el amor que recibimos, es el que creemos que merecemos; que se trabaja desde adentro.
Que hace falta más salud mental y equilibrio emocional.
y tú, qué clase de amor das? qué clase de amor crees merecer? eso dirá la clase de amor que das a los demás...y es que al final todos somos los demás de los demás.
Johanna Bula

Justo antes del primer cafe



Justo antes del primer café, al llegar a clase de Derechos Humanos, con una profesora que es una fiel defensora de la equidad de genero y que en todos los ámbitos ha defendido teorías y posturas ; me pide que contribuya en la redacción de un Pacto por la ecología mental para promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer, se podrán imaginar las vueltas que esto da en mi cabeza.

Siempre me consideré feminista, pero qué va, lo he sido de dientes para afuera, porque alguien que cree verdaderamente en la equidad de géneros, es una persona que primero se quiere así misma; tremenda vergüenza tengo ahora con las mujeres que me han tenido que escuchar los discursos, sabiendo que he sido una presa fácil del vocablo patriarcal y de las redes de un machista; porque sí! son redes y bien articuladas, te desarman, sin gritos como los de los comerciales, sin puños como en las novelas, te desarman con un discurso bastante romántico, con altas dosis de delirio de persecución, una inseguridad del tamaño del universo y unas ganas tremendas de endosar las culpas en los demás, que sólo intentan abrirte los ojos.

Y ojo, nada más peligroso para la meta última de un machista, que su pareja tenga amistades que le abran los ojos, este es el primer frente al que ataca, los calificativos van desde los más hirientes hasta los más despectivos, busca eliminar los círculos de amistad y familiares, haciéndolos ver como los enemigos de la relación, como si fueran los culpables de sus inseguridades, o los causantes de los comportamientos "que no aprueba" y es que a medida que pasa el tiempo , esos comportamientos son casi todos, desde la manera de hablar, de vestir, lo que publicas en redes sociales, como si uno estuviera en una relación para ser "evaluado" y el amor suministrado en la dosis equitativa al nivel de cumplimiento de estas expectativas...como si la vida no fuera lo suficientemente dura, el amor en vez de ser tú refugio, se convierte en el campo de batalla donde de entrada, llevas la guerra perdida,.

Eso es lo que heredamos entonces? la cultura de que si no duele no es amor; que si no es difícil, duro, no es amor...que si no estas perdonando cachos, no es amor; que si no agachas la cabeza,no es amor; que si no te anulas, no es amor!!!

Debemos entonces ser zombies en nombre de la clase de amor enfermo que la tradición patriarcal nos ha enseñado y a través de diversos mecanismos , de los favoritos la culpa, la vergüenza y el miedo, hasta el placer sexual se nos ha negado, porque el inconforme en la cama es el hombre, a las mujeres que ni se nos ocurra decir que no estamos satisfechas; o que jamás usemos la bien conocida frase de que "es que necesitamos variedad" , porque en los hombres está bien , pero en nosotras las mujeres es un pecado, es un delito, porque hasta las excusas son cosa de hombres.

No somos seres divinos, el machismo nos divinizó para ellos mismos, a su utilidad y conveniencia, nos hicieron zombies en nombre del amor.

Como ven, es difícil, siquiera escribir sobre igualdad sin viciar los textos de machismo, porque culturalmente estamos predispuestas a entender el mundo desde la perspectiva de los hombres y a nosotras mismas a través de los ojos del patriarcado.

seguiré haciendo borradores, en mi versión virtual de hablar sola, de hacer monólogos que ojalá sirvan de algo o le sirvan a alguien.

Justo antes del primer café, voy por el segundo y aún no sé que escribir
Un día cualquiera decido hacer lo que siempre había dejado para después; creo que de tantos "algún día", el día llegó.

Voy a escribir, no se si a manera de terapia, o una manera de hablarme a mí misma a través de un medio diferente.

Esa es precisamente la clase de magia que necesita mi vida, la magia de sentir que le escribo a alguien, que me presto atención.

Hoy que siento mil nudos en la garganta, que todo duele, que reconozco que mi vida ha sido una colección de errores, porque bien lo sé, soy una experta tomando malas decisiones, ¿por qué? porque siempre he dejado que los demás opinen; aprendía a anular mis sentimientos, mis gustos, mis pasatiempos, mi verdad ... y es muy doloroso darme cuenta que escribir "mi verdad" genere tanta incomodidad, porque no sé cuál verdad sea esa, no sé con certeza qué me gusta, si alguna vez me gustó algo de mi vida o si desde que tengo uso de razón, sólo he vivido por referencia, haciendo lo que me dicen, dejando que me traten o maltraten a gusto y antojo y no, no me estoy poniendo en papel de victima, porque si esta situación ha perdurado y se ha repetido es porque lo he permitido, amistades que sólo se aprovechan, amores que sólo quitan, que no aportan, relaciones familiares tóxicas ... bueno, la receta del desastre.

Este "algún día" llegó con preguntas tan triviales cómo...si en verdad me gusta el rojo, y creo que nunca ha sido mi color favorito, pero con tal de agradar a quién jamás va a aceptarme, sujete mis gustos, pensando que estaba complaciendo y que de esa forma, ese amor que tanto buscaba iba a ser mío, 28 años después me doy por vencida, hay amores que simplemente no son posibles, porque la sangre no lo es todo, ni el amor materno como lo muestran en las películas.
y así fui repitiendo mi historia, con parejas que me daban la misma clase de amor que aprendí en la casa, amores incompletos, amores que lastiman, que son condicionados a expectativas imposibles, amores que te juzgan, que necesitan mil y una prueba, que no son sanos, que no son libres, que ofenden, que humillan...porque fue el tipo de amor que conocí.


El principito

Por: Johanna Carolina Bula  Érase una vez en un país muy muy muy lejano, tan lejano que diera la impresión de ser todos los lugares al mismo...