Soy madre y Estoy soltera

Veo con indignante preocupación como el uso del término “madre soltera” es utilizado para denigrar a las mujeres que como yo tenemos hijos y no tenemos un “hogar” con el padre de la criatura.

Hagamos con fines educativos varias aclaraciones: SOY madre y ESTOY soltera, son dos cosas totalmente distintas, pero sobre todas ellas me declaro MUJER.

Resulta que no solo es un crimen haber tenido un hijo, bajo la circunstancia que sea y al parecer debemos también anularnos como mujeres para complacer a una sociedad que nos señala, que nos deshumaniza, que nos arrebata nuestra sexualidad.
Para el mundo en general una mujer que es madre debe anularse para complacer el ojo crítico y las posturas moralistas que lleva a la mayoría a compartir frases de “valórate”, “deja de pensar en ti, tus hijos primero” (cuando tiene una meta, cuando desea cierto trabajo, cuando quiere enamorarse, cuando sale sola) , “una madre soltera es sexo seguro” No sean imbéciles… por lo menos, no lo sean tanto, no se tiene la obligación de acostarse con nadie, porque simplemente ya es evidente que ha tenido vida sexual.

 Una mujer que es madre tiene derecho a tener cuantas parejas quiera, o a no tenerla en absoluto, puede ser sexy, puede vestirse como le dé la gana, puede mandar nudes, puede tener sexo o no tenerlo, puede reírse, puede salir a tomarse un café o a bailar, puede trabajar, puede aspirar a lo que sueña,… si crees que no, solo eres otro producto del corto pensamiento que la mujer debe olvidarse de ella para ser lo que los demás dicen que debe ser.

Si te ves a ti mismo señalando a una mujer que es madre y está soltera o repitiendo el chiste flojo de “la bendición” (forma en la que se le cataloga a los hijos de mujeres que están solteras en redes sociales y que està cogiendo bastante fuerza… cortesía de la horda de ignorantes que lo repostean), pégate a ti mismo un batazo…créeme no te hará más imbécil, pero te hará pensar dos veces antes de rebuznar, digo, de hablar.

 El estado civil no te califica como ser humano, no te califica en tu desempeño de madre, es una circunstancia, es un estado temporal y transitorio o permanente y duradero como el matrimonio mismo y un hogar es donde conviven las personas que se aman y puede ser de dos, de tres, de diez; Un hogar no lo hace un hombre y una mujer, o nace con la firma de un papel.

 Mi invitación es a las mujeres que como yo han sido, son y seguirán siendo juzgadas diariamente, catalogadas como lo peor o vistas como mujeres de segunda clase que se repitan a sí mismas este frase como un mantra:
 ¡SOY madre y ESTOY soltera, son dos cosas totalmente distintas, pero sobre todas ellas me declaro MUJER!

 P.D: No hablé del amor a los hijos porque adivinen qué … una mujer que es madre puede hablar de ella, sin mencionar a sus hijos y no por eso deja de amarlos y ser mamá ¡cuidado se me infartan!

Reconciliándome con la idea de ser una enorme decepción

Es una vaina fregada intentar encajar en un molde que de entrada te dijeron que no cabías, he hecho dietas de doble moral, he modificado estilo de vida, he intentado en vano cerrar el pico, sonreír más, mientras por dentro siento como el alma se prepara para lo que posiblemente podría ser un tsunami emocional, y eso es lo que en mi se manifiesta como episodios de migraña crónicos que me llevan a la clínica. 
Dada mi reciente crisis, he decidido reconciliarme con la idea de ser una enorme decepción y dado a que mis más recientes reflexiones me han llevado a la conclusión de que nadie nunca ha pensado en mi, sin poner sus intereses primero, pues, porque no habría yo de pensar en mi primero…
 La dieta de moral no me sirve, no puedo llenarme de perjuicios por más que se me recomiende para llevar una vida familiar saludable. 
Definitivamente alguien debe cargar la cruz de ser la oveja negra de la familia y a mi siempre me ha favorecido, agradezcamos a la colorimetría el favor.

Se acabó la guerra



El duelo que sigue el final de una relación abusiva hay cierta sensación de alivio, Como de quitarse un peso de encima, Como de liberarse de la presencia persecutoria de un detective privado que te mira. 

Porque la vida junto a una persona abusiva se parece mucho a estar bajo la lupa de la KGB, la CIA y el Tribunal de la Santa Inquisición simultáneamente.
 Nada de lo tuyo es privado.
 Todo termina siendo público y transparente para que el otro lo pueda controlar y comprobar: lo que haces, lo que dices, lo que hablas, piensas o deseas en cada momento.
Una mujer que pierde a un hombre así siente que pierde muchísimo; pierde una promesa de amor incondicional, un cuidador, a un protector, pierde al hombre que aparenta o que cree estar locamente enamorado de ella ¡no es poco! 

Pero lo más importante es... que perdiéndolo se salva!... 
De un maltratador, de un perturbado, de alguien que no es capaz de controlar sus impulsos, de un hombre que interpreta la realidad según su patología y que reacciona violentamente sin poder evitarlo. 

En nombre de un cierto amor inconmensurable, consentimos cualquier tipo de trato o de maltrato ¿qué se esconde detrás de la frase " pero es que yo lo quiero"? Tal vez la apuesta de que nosotras y nuestro amor lo pueden todo, pero amar no siempre es suficiente. 

Terminar una relación así sabe a derrota, pero también sabe a reposo; se acabó la relación ¡y es horrible! Pero también se acabó la guerra ✍

Me rehúso a renunciar al principe azul





A ver horda de modernistas, librepensadores, mujeres y hombres del siglo XXI, el iphone y  Donald Trump; podrán caerme encima y hasta sacar a relucir su mejor repertorio, pero es que de tanto ver y oír, he decidido que me rehúso a renunciar al príncipe azul.

Yo no se que tan fuerte se habrán pegado en la cabeza, cuando dijeron que no querían al príncipe azul. Honestamente  les comprendo que quieran ser independientes, pagar sus propias cuentas, comerse a cuanto sapo del estanque (¿o era besar?), lo respeto, lo aplaudo siempre y cuando lo hagan porque les da la reverenda y regalada gana, no para probarle al mundo que pueden acumular más kilometraje que piloto de formula uno.

Está bien trabajar, compartir la paternidad, las labores del hogar y todo eso que el feminismo pide y exige. Pero ven acá y hagámosle despacito, desde que quisieron voluntariamente rescatarse de sus propias tragedias y entendieron libertad emocional con independencia económica, ¡la vaina se echó a perder!.

En que jodido entendimiento aspirar emocional y sentimentalmente a un hombre capaz de luchar por nosotras, que se enfrente a las normas establecidas y a lo que la sociedad y su familia querían para él, para entregarse fiel y románticamente a la mujer que le robó el corazón, en qué momento eso se volvió malo?

La madre que los príncipes azules necesitan abogado, a los pobres imbéciles se les ha tratado de machistas, de figuras imponentes, del rico valiente que le soluciona la vida a la princesa; amablemente me ofrezco a refrescarles la memoria y a que miremos el lado masculino de los cuentos; en la mayoría de los casos los príncipes pertenecían a un mundo diferente al de sus princesas, clases sociales, castas, culturas y demás rasgos que aún hoy en día son un dolor de cabeza para las familias modernas que aún preguntan ¿y qué apellido es?¿qué fue lo que estudió?¿en dónde se gradúo? , ahora imagínense el rollo en aquella época de los cuentos cuando las susodichas no eran más que alegres campesinas, plebeyas y si nos ponemos en el contexto cultural…no habrían tenido acceso a la educación, o creen que Gastón se burlaba de que Bella leyera, porque si ¡NO! , es que no era una actividad común para las mujeres y menos para el estrato social al que la mayoría de estas señoritas pertenecía.

Así que… yo si quiero un príncipe azul, lastima que a ellos nadie les ha actualizado la imagen, de hecho progresivamente los han desmeritado, ya no son heroicos o valientes, ni educados, ahora son ladrones (enredados), cazafortunas vividores (la princesa y el sapo), y no se han dado cuenta que la imagen de la princesa actual hace más daño que la antigua, ahora las niñas fuertes, independientes, estudiosas y trabajadores aspiran a un hombre emocionalmente incompetente, laboralmente inestable, emocionalmente necesitado... ahora las princesas quieren rescatar gamines.

No mis queridas niñas, las mujeres podemos y debemos aspirar al hombre bueno, estable, emocionalmente disponible, trabajador, amoroso , a ese príncipe azul que las malas experiencias de algunas resentidas han terminado por desteñir.

Aquí nadie es modelo de estabilidad psicológica, todos cargamos pesos y pesares, traumas y complejos, así que si el sapo verde que usted idealizó príncipe azul, no resulta lo que esperaba, vea bien que está es idealizando a un medio hombre o a lo que su carencia afectiva considere amor ideal (bastantes  libritos hay por ahí como pa’ que se empiecen a ayudar).

¡ojo! Los príncipes por temporadas también son validos, aquellos que en ciertos momentos son todo lo que necesitamos y queremos, pero después de un tiempo ya no es válido y está bien desenamorarse o modificar la idea con respecto a las características realistas del personaje (dejen de andar pidiendo billonarios, éxitosos, que viajen todo el tiempo para después estar quejándose que no saben comer con más de dos cubiertos, que la familia del man las ponga a firmar capitulaciones y que no tengan tiempo para una relación de pareja comprometida y estable; y para aquell@s que les encanta el drama (porque es que quien nace pa´estropajo, jamás sale del lavadero), no digo que tengan que conformarse con el chayan de barrio con delirios de modelo; pero que sean realistas en lo que quieren y que sean consientes de lo que merecen.

Así que horda de asesinos doble moralistas infames, los espero con sus criticas y argumentos modernos , que no comparto; yo si quiero al príncipe azul, ¿quién dijo que una mujer independiente, inteligente no puede desear un hombre que de todo por ella, que abra su mundo para convertirla en la princesa de un cuento de hadas (que en la era moderna incluye cuentas, deudas, malos y buenos tiempos y las redes sociales, que de todos los inventos del demonio,este es el peor, pues son un enemigo acérrimo de las relaciones de pareja)

Si, las mujeres modernas no dejamos de ser modernas por desear un hombre que nos traiga helado en un mal día, que nos dedique canciones, que luche contra los enormes dragones que son las tentaciones diarias, nos sea fiel, se comprometa y construya con nosotras ese castillo metafórico de una excelente relación de pareja.


El principito

Por: Johanna Carolina Bula  Érase una vez en un país muy muy muy lejano, tan lejano que diera la impresión de ser todos los lugares al mismo...