Ni rezando empato, sólo peco


Ni rezando empato, sólo peco



Si uno está juzgado de antemano, ¿para qué se defiende? Aprendí a guardar silencio cuando interiorice esta frase, silencio en todos los sentidos: oral, virtual, textual y corporal, dejé la postura de ataque y también la de defensa...sólo guardo silencio.

Se requiere de paciencia, de fuerza interior, de una ejercitada paz mental, no porque crea que mi verdad es superior o mis decisiones sean las mejores, ni mi camino el único.

Aprendí a guardar silencio a los insultos, las ofensas y las insinuaciones, de nada me sirvieron muchos años defendiendo mi versión de las cosas,  cuando los oídos de los interlocutores permanecían cerrados.

¿Qué ganamos juzgando de antemano? ¿Qué ganamos condenando a alguien mil veces por el mismo error? ¿Qué ganamos culpándonos de lo mismo? ¿Qué ganamos dando explicaciones que nadie quiere escuchar?

Ganamos nada, perdemos mucho.

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