Espiritualidad Masónica
En definitiva no
lo creo, ciertamente este ha sido el punto de quiebre de la espiritualidad
masónica, pues sólo puede ser masón, una persona espiritual y eso mis queridos
hermanos es muy diferente y nada tiene que ver con las religiones.
Es muy común en
los distintos talleres masónicos que se haya perdido la esencia de la
masonería, su simpleza, la luz de la libertad, características que aterrorizan
a las personas amantes de las reglas y las prohibiciones, de los dogmas
impuestos comúnmente por las religiones; la espiritualidad masónica no es más
que la esencia misma de la persona, de lo que su ser interior le dicta como
bueno o como malo, sin el temor de un castigo o una reprimenda, es el actuar
consciente de un ser que trasciende reglas absurdas y se comporta dignamente
como un ser humano, como una persona que interactúa en un mundo diferente;
podría decir que la espiritualidad masónica es una característica divergente,
es lo que rompe los paradigmas de lo que nos enseñaron y abrir la mente a lo
que realmente debe ser aprendido y manifestado.
No podemos
convertir un templo masónico en iglesia, en culto, en mezquita, ni trasladar
las diferentes religiones a este; debe existir una línea divisoria, ni siquiera
un punto medio, porque para encontrar más de su religión, vaya e inscríbase al
grupo de moda, a las tardes de estudio de biblia, o a lo que sea que lo haga
sentirse más cercano a su creencia, pero en definitiva no traiga su religión a
un templo masónico, pues todos los hermanos querrán hacer lo mismo y cada uno
tiene una diferente; si bien, la masonería respeta toda creencia que potencie a
los seres humanos y que tanto judíos, como cristianos, como cabalistas, como místicos
pueden ser y son masones, los apellidos religiosos deben ser eliminados de las
logias; están haciendo lo contrario al fin primario de la masonería y es la
inclusión, pues cuantos hermanos a lo largo de la historia se han iniciado en
los augustos misterios de la orden, con el propósito de encontrar humanidad,
esa que en las religiones que profesaron no encontraron disponible.
No es un ataque frontal
a creencias, ni religiones, ni un irrespeto a los dogmas; es una invitación a
ver la espiritualidad masónica como lo que es – Simplemente masónica – sin
apellidos, no como un cubo sin fondo donde todo cabe, pero nada se articula, no
es un agujero negro de ideas sueltas, ni de recetas fijas, es una
espiritualidad laica, que se sirve a su propósito a laicos y religiosos, a todo
aquel ser espiritual.
La invitación
queridos hermanos es ver más allá de los apellidos que se le han querido poner
a la masonería y que a mi parecer bastante daño le han hecho, pues en mi
experiencia personal, muchas logias parecen costureros de la iglesia católica,
la masonería femenina es un parapeto de damas rosadas y nuestro taller parece
más una reunión de cristianos que sigue un ritual masónico, sin la intención de
hacer masonería.
El masón no debe
aspirar al descanso, no debe sujetarse a lo visto, hablado, aprendido en logia,
la espiritualidad masónica debe trascender todo aspecto limitante de nuestra
cosmovisión aprendida, de las cosas que nos acostumbramos a seguir como ovejas
ciegas; se debe compromiso, lucha, el reflejo de nuestros actos fuera del
templo es lo que nos hace masones para que los profanos nos reconozcan como
tal.
¿Qué de
extraordinario tiene reconocernos entre nosotros porque venimos al taller, como
quien marca tarjeta, si nuestros actos fuera de él no nos diferencian de los
demás? No en la superioridad a la que aspira el ego, sino al servicio que
aspira el alma.
Q:.Hna:. Magnífica apreciación, cuya esencia comparto. Cada cosa en su lugar y en su momento. Las logias no son centro de culto, sin que eso afecte las creencias de cada miembro.
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